Censuran la reforma del aborto porque condena a la mujer al «turismo sanitario»

Médicos de Atención Primaria, ginecología, matronas, profesionales de enfermería y otros colectivos sanitarios participan desde ayer en el tercer Congreso de la Sociedad Castellana y Leonesa de Contracepción (SCLC). Con la elección de las necesidades contraceptivas en la perimenopausia como tema a debatir se busca «suscitar el interés entre los profesionales que cuidamos de la salud de las mujeres, en especial en esta etapa de su vida», apuntó la presidenta del encuentro, Rosario Casado, ginecóloga del Hospital General de Segovia.

Las mujeres de más de 40 años constituyen «una población de riesgo de embarazo no deseado», expuso al especialista. La falta de utilización de métodos anticonceptivos eficaces por temor a efectos secundarios, el uso inadecuado de los métodos de barrera y los riesgos debidos a patologías médicas y ginecológicas concomitantes son algunos factores que condicionan estos embarazos. Tras enumerar los cambios hormonales, físicos, sociales y psicológicos previos a la menopausia, Casado señaló que éstos pueden mermar la autoestima. Frente a ello, declaró la idoneidad de mantener una actitud positiva que ayudará a la adaptación a esta etapa vital.

La 'excusa' de la crisis, más desigualdad

Por su parte, el presidente de la sociedad regional de contracepción, Modesto Rey, expuso que uno de los objetivos de la organización es facilitar los conocimientos que acaben con falsas creencias y mitos, así como facilitar el desarrollo de los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos fundamentales definidos por la Organización de Naciones Unidas.

«Corren malos tiempos, estamos en momentos de crisis, consecuencia de la avaricia y voracidad de unos pocos. Esta crisis tiene una consecuencia básica e injusta: la profundización de las desigualdades sociales, pero también tiene otras consecuencias en el marco de las libertades», introdujo Rey, quien se mostró muy crítico ante medidas e iniciativas legislativas emanadas desde el Gobierno central.

«La excusa de la crisis, el afán de protagonismo mediático del ministro de Justicia, la incompetencia de la ministra de Sanidad y el creciente protagonismo de los sectores más fundamentalistas de la jerarquía católica española conducen a despertar fantasmas que creíamos definitivamente enterrados». En este sentido, condenó que se cuestionen, sin ninguna base científica, prácticas sanitarias como la libre dispensación de la píldora del día después.

Clandestinidad

Asimismo, arremetió contra la reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo que plantea el ministro Alberto Ruiz-Gallardón. A su juicio, la modificación que propone el titular estatal de Justicia va a suponer «privar a las mujeres del derecho a decidir sobre su sexualidad y reproducción, judicializar unas prácticas que tienen que ver con la salud, condenar a las mujeres a soportar embarazos que pongan en riesgo su salud y su vida o embarazos con fetos malformados para los que luego no hay recursos de apoyo y estímulo, condenar a las mujeres al turismo sanitario o a prácticas clandestinas con importantes riesgos para la salud».

Los expertos reunidos Segovia analizaron los datos sobre el riesgo de embarazo que existe en la perimenopausia para enfrentarlos a mitos como que la anticoncepción no se cree segura a partir de cierta edad y significa el fin de la sexualidad. Frente a estas suposiciones está la realidad de los embarazos no deseados o los abortos, que en estas edades representan el 4% de los registrados en España. Asimismo, se puso sobre la mesa que solo el 6% de las mujeres mayores de 40 años toman la píldora del día después y que la tasa de embarazos en esta población es del 6,5%.