El arquitecto Rafael Moneo aboga por la «vuelta al campo» en la cocina

El arquitecto Rafael Moneo reivindicó ayer «la cocina como expresión de la cultura», durante su paso por Valladolid, donde apoyó la multitudinaria presentación del libro El cocinero recolector y las plantas silvestres, del chef Miguel Ángel de la Cruz, de La Botica de Matapozuelos, y los botánicos Ana María González-Garzo y Augusto Krauser Lameiras, en al Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez. Un libro que combina la botánica, gracias a sus 65 láminas de herbolario y sus explicaciones, con las 50 recetas elaboradas con esas plantas por el cocinero de Matapozuelos.

Moneo abogó por una «investigación» en la cocina basada en la «vuelta al campo», que proponen chefs como Miguel Ángel de la Cruz, y no en las «intervenciones industriales» de otros cocineros españoles.

Moneo, «honrado» padrino de la presentación, según sus propias palabras, defendió una «nueva cocina enraizada en la riqueza de la tierra». En la misma línea, matizó que «el camino emprendido por Miguel Ángel de la Cruz señala la dirección que puede tomar la investigación culinaria, teniendo como referencia el campo y las tierras, que han recogido un testamento genético antiguo».

Tras alabar la cocina castellana en general, con sus «matices y singularidades propias», el autor del proyecto arquitectónico del Museo de la Ciencia de Valladolid -junto a Enrique de Teresa- elogió la «cocina limpia y paciente» de Miguel Ángel de la Cruz, que se ciñe a la «estricta economía de estas tierras» y a su «sabiduría».

Rafael Moneo terminó su intervención con una aclaración: «Estoy aquí porque soy vecino Olmedo está muy cerca de Matapozuelos y testigo de la magnífica cocina que hace Miguel Ángel de la Cruz y de su familia». De hecho, el arquitecto puso en valor la cocina más tradicional castellana, como el lechazo que hace el maestro asador Teodoro de la Cruz, padre del coautor del libro.

Por su parte, Miguel Ángel de la Cruz explicó que el libro, en el que los tres autores han invertido casi dos años de trabajo, destila «una vida entera dedicada a los oficios de la botánica y la cocina». «No quería hacer algo donde se plasmara sólo la visión del cocinero, quería una obra documentada, que sirviera para algo, que no se aparcara en la estantería una vez leída», añadió el chef de La botica de Matapozuelos.

Tradición e innovación

El acto contó con la presencia del presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien tuvo palabras de reconocimiento para la labor de Miguel Ángel de la Cruz al «combinar, aunar y compilar tradición e innovación» con el uso de las materias primas propias del entorno, los pinares que rodean la localidad vallisoletana de Matapozuelos, para dar como resultado un recetario «especial y suculento». «Miguel Ángel sigue una senda marcada clara y le auguro muchísimos éxitos», finalizó.