Un balneario al aire libre entre pinares

El agua del manantial de El Salobral de Vinuesa cuenta desde antaño con propiedades idóneas para el cuidado y mantenimiento de la piel. Con el paso de los años, el paraje, ubicado en pleno monte, ha sido destino de una ruta natural en la que al buen respirar del pinar se unía la idoneidad del líquido que emana de la tierra. Muchos lo han considerado como un pequeño balneario, ahora recuperado gracias a un proyecto de promoción turística en el que se encuentran directamente implicados el Ayuntamiento de Vinuesa y la Diputación de Soria.

«Estamos muy contentos de cómo está quedando El Salobra», comenta la alcaldesa visontina, Asunción Medrano, para quien durante estos últimos días se ha «dado un empujón importante al proyecto». La colocación de la madera en el inmueble que servirá de refugio, el lucernario, la valla ornamental son intervenciones que están transformando un lugar casi olvidado en un recurso turístico de futuro, al que la población local siempre ha atribuido propiedades naturales innatas.

En el marco de una iniciativa de dinamización turística y dentro del plan de convergencia, la Diputación de Soria adjudicaba a la empresa R. Esteban S.L. la obra de recuperación de la fuente El Salobral con un presupuesto de licitación de 164.026,55euros. El proyecto consistía en la restauración de la pila sobre la que caía el agua venerada por los visontinos y la adecuación de un refugio, además de la mejora de los entornos y accesos para hacer de este paraje un nuevo incentivo para el deleite del visitante y la población local.

Los trabajos han supuesto la recuperación de la denominada casa de las aguas sulfurosas con la adecuación del camino de acceso y señalización del camino de las fuentes mineromedinales mediante balizas, postes, paneles y mesas interpretativas.

«El refugio lo gestionaremos desde el Ayuntamiento», confirma la alcaldesa de Vinuesa, para quien todo el que quiere utilizarlo deberá pedir las llaves en la Casa Consistorial de la población. El resto de las instalaciones permanecen abiertas a las personas que acudan a comprobar los beneficios de la fuente.

Hablar de plazos en las obras siempre es arriesgado. La alcaldesa confía en que la adecuación pueda estar concluida para antes del verano, durante las próximas semanas. «Tenemos también prevista la colocación de bancos para que la gente se pueda sentar y disfrute cómodamente del recorrido».

Fuente de los huevos podridos

El Salobral es para los visontinos la fuente de los huevos podridos, por el olor que desprende a azufre. «Sale un poco blanquecina pero es muy buena», dice Antonio García Abad, embajador de España y residente en Vinuesa.

«A mi madre le gustaba mucho el agua de El Salobral y mi mujer la trae a casa para beber», recuerda García Abad, quien enumera las numerosas cualidades del líquido potable y curativo, un agua buena «para el estómago y para lavarse».

El Salobral se encuentra en el paraje denominado Vailengua, dentro de un monte incluido en el término municipal de Vinuesa. El nombre de Vailengua procede de la unión de dos palabras, las de valle y lengua, «y es que el paraje está rodeado del embalse, de ahí lo de lengua», según Antonio García.

Muchos en Vinuesa ya han conocido el edificio de El Salobral en ruinas. Calculan que fue en los años veinte cuando alguno de los indianos, gente de la tierra emigrada a América, hizo de la fuente una casa para tomar las aguas, con los caños abiertos para uso general de la población.

Hoy se quiere recuperar ese espíritu de zona de balneario donde poder sanarse con las aguas, respirar el aire puro y descansar del camino siempre provechoso entre los pinos.