Dimite el director de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valladolid

El director de la Escuela Superior de Arte Dramático de Valladolid, José Gabriel López Antuñano, ha presentado su dimisión al consejero de Educación. Juan José Mateos ha recibido la carta de dimisión en calidad de presidente de la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla yLeón de la que depende el centro ubicado en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid. Dos son los motivos fundamentales que aduce Antuñano para justificar su decisión: «la imposición sin posibilidad de negociación de la subida de horas lectivas del profesorado». Para el todavía director de la Escuela, esta medida, «al marge del problema laboral,supone un deterioro de la calidad de la enseñanza» y cree también que es un agravio comparativo con otros estudios superiores. «En cualquier grado universitario, el número máximo de horas lectivas que se le exige a un profesor es de diez horas y media y estamos hablando de titulaciones equivalentes». Tanto para el director de la Escuela como para otros profesores consultados, la especificidad de las enseñanzas que se imparten, las condiciones físicas que imponen muchas de ellas hacen imposible dar una enseñanza de mínima calidad con esta carga lectiva.

El segundo motivo de su dimisión tiene que ver con la desaparición de la línea de Interpretación, una rama de los estudios que contaba con bastante predicamento entre el potencial alumnado. «Cuando se estableció esta medida el curso pasado negociamos la posibilidad de que volviera a instaurarse. Tenemos en este momento un centenar de preinscripciones y solo podremos atender 14. Eso supondrá un descenso de estudiantes que tendrán que salir de Castilla y León». Para Antuñano, es un contrasentido «que se esté hablando continuamente de la agenda de población y luego se permitan esta sangría de gente joven».

Antuñano afirma que estas medidas han sido impuestas, sin posibilidad de negociación y que el actual director de la Fundación de la que depende la Escuela, Juan Casado, ni siquiera ha pisado el centro desde su toma de posesión.