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INUNDACIONES | SEGOVIA

Las riadas destapan la problemática de la limpieza de los ríos de la provincia

Varios ayuntamientos afectados de Segovia habían pedido a la CHD despejar cauces ahora desbordados

CÉSAR BLANCO

Lunes, 1 de abril 2013, 13:44

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Entre tregua y tregua de precipitaciones, los cauces siguen a lo suyo, bajando con fiereza. Y los embalses también, siguen desaguando por coronación al tener más que colmados sus vasos, lo que les obliga a aliviar y a surtir a los ya de por sí crecidos ríos. Por si fuera poco, las suaves temperaturas han acelerado y alimentado el deshielo. Por todo ello, las localidades amenazadas no pierden de vista las subidas y bajadas de los caudales que las cruzan o rozan, aunque durante buena parte del domingo 31 de marzo la situación de las cuencas de la provincia permanecía, en líneas generales, estable.

Así se extraía de los indicadores del sistema de información automática de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Incluso algunas mediciones apuntaban una tenue bajada en las cotas de altura y caudales. Para muestra de esa calma tensa, los botones del Cega en la referencia de la estación de aforo de Aguilafuente; del Eresma en la salida del Pontón de Alto a su paso por Coca y Valsaín o por el puesto de control de la capital, así como del Duratón, que en su salida del embalse de Las Vencías discurría con una fuerza inusitada pero con un leve descenso respecto a jornadas anteriores. Lo mismo que en el embalse de Burgomillodo.

Pero el aviso está latente. Buena prueba de ello es que las áreas recreativas de Fuentidueña, San Miguel de Bernuy, sus choperas, o las riberas de Carrascal del Río proseguían anegadas. No hay que fiarse ni bajar la guardia porque las previsiones meteorológicas auguran la llegada de más lluvia, que ya a lo largo de la tarde de ayer volvió a hacer acto de presencia.

Las formidables y repentinas crecidas de las aguas han anegado parques infantiles, merenderos, chiringuitos de las riberas e incluso alguna que otra vivienda y nave, aunque por fortuna sin daños personales.

Incidentes

La mayor parte de los incidentes registrados en el servicio de Emergencias 112 Castilla y León han estado relacionados con «cortes de carreteras secundarias e inundaciones ocasionales en zonas deshabitadas o en desuso, por lo que en la provincia de no ha sido preciso activar la situación 2 del Plan de Protección Civil ante Inundaciones en Castilla y León (INUNCyL)», confirmaban ayer fuentes de la Delegación Territorial de la Junta. Los equipos de Protección Civil de las distintas administraciones permanecen atentos ante cualquier cambio inesperado e indeseable. Este domingo, por ejemplo, el conflictivo embalse de Linares del Arroyo seguía vertiendo de manera más o menos constante a un ritmo de entre 36.000 y 37.000 litros por segundo. El sábado, el presidente de la CHD, José Valín, había citado esta presa como uno de los puntos problemáticos de cara a las horas inmediatas. Lo mismo que hizo con el río Riaza, que ayer bajaba alto y rebosante de agua en algunos puntos. La posibilidad precisada por la CHD de que su desbordamiento pudiera invadir las inmediaciones de Montejo de la Vega de la Serrezuela se cumplieron.

En cuanto a las carreteras, ayer continuaban cortadas las carreteras SG-V-2411, en Burgomillodo; la SG-V-3312, en Carbonero de Ahusín; y en Laguna de Contreras está afectada la salida del pueblo hacia la carretera de Sacramenia.

Taponamientos

En ese pequeño alivio meteorológicoha habido tiempo también para las reivindicaciones y las quejas. Vecinos y fuerzas municipales de algunos de los entornos más damnificados por estas riadas han puesto de manifiesto su malestar con la manera de proceder de la CHD. A mayores de reprochar la falta de información e incluso de previsión ante las predicciones que avisaban de un episodio de precipitaciones constantes y persistentes, algunos ayuntamientos echan en cara al organismo estatal que haya hecho oídos sordos a sus demandas de limpieza de los cauces y arroyos.

«Muchos de ellos están taponados», denuncia el portavoz del grupo socialista en la Diputación Provincial, José Luis Aceves. La acumulación de maleza y de sedimentos ha facilitado las inundaciones.

Estas crecidas han reabierto el debate. El alcalde de La Lastrilla, Vicente Calle, ha recriminado en las últimas horas a la CHD que no hubiera atendido las solicitudes de adecentamiento del cauce del Ciguiñuela. Este río se desbordó en la primera gran avenida de hace seis días y el agua cubrió la pradera y llegó hasta la carretera el Sotillo. Este año, a raíz de estos incidentes, anuncia que volverán a reclamar la limpieza, aunque sea el propio Consistorio el que tenga que llevarlo a cabo.

En el mismo sentido van las quejas manifestadas por el alcalde de Barbolla, que subraya la reiteración de las peticiones efectuadas a la CHD para despejar el cauce del río que cruza el pueblo. Al final, todos esos intentos se han quedado en papel mojado porque el organismo niega las autorizaciones.

La capital no se libra de este problema. El historiador y experto numismático Glenn Murray relaciona la amenaza de anegación que acecha al Real Ingenio de la Casa de la Moneda con la falta de saneamiento del cauce del Eresma. Insiste en demandar la limpieza del tramo de va desde la presa de la Moneda hasta el arco de la Fuencisla, donde, según afirma, se acumulan tierra y piedras arrastradas durante la rehabilitación de aquella presa.

Inundación del río Riaza a su paso por Aldealengua de Santa María (Segovia). Por David Arranz Martín

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