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Viernes, 22 de marzo 2013, 14:43
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Teodoro Ochoa, vecino de la capital burgalesa y afectado por el desahucio de su vivienda, lleva ya acampado tres días frente a la la oficina central de Caja Laboral a la espera de que la entidad le conceda la dación en pago, y evite la subasta de su casa, prevista para el mes de abril, y el embargo de la vivienda de sus padres, avalistas de su crédito con la entidad vasca.
Se trata de una concentración permanente, sin fecha límite, que Teo y a otros miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Burgos iniciaron el pasado lunes con la previsión de pasar las 24 horas en las inmediaciones de la calle Vitoria, donde se encuentra la sede de la entidad bancaria.
El caso de Teo salió a la luz hace unas semanas cuando el mismo contaba a los medios de comunicación su problema. Lleva dos años sin agua y sin luz en su casa. Como muchos españoles se enfrenta a un proceso de desahucio por el impago de su hipoteca, contraída cuando contaba con una nómina fija en una empresa constructora que quebró con la crisis. Teme por sus padres, jubilados y pensionistas, que se enfrentan al embargo de su casa tras haber avalado el crédito de su hijo; que en su momento fue de 60.000 euros y que ahora, por los intereses contraídos asciende a 70.000 euros.
Según explicó Teo a los medios tras montar su tienda de campaña, parece que a Caja Laboral le da igual lo que pasa de Miranda de Ebro para abajo, al recordar que en el País Vasco presumen de no desahuciar y aquí no atienden mi caso. El mismo explicó que la subasta de su vivienda está programada para el próximo 2 de abril, y que de momento no sabe nada de la entidad.
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