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LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA SEXISTA

AMIS entra en institutos al detectar malos tratos entre adolescentes

La asociación segoviana constata que «los niños son cada vez más violentos»

NACHO SÁEZ

Domingo, 27 de enero 2013, 14:44

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Recientemente, los vecinos de Torrecaballeros protagonizaron una marcha para recordar a Carlos y Ana, víctimas de la violencia de género hace dos años. En esa concentración participó la Asociación de Mujeres para la Igualdad de Segovia (AMIS), una organización que pronto cumplirá cinco años y que celebra la creciente fuerza que ha adquirido. Su presidenta, Nieves Velasco, y su secretaria, Natalia del Barrio, destacan el espíritu de grupo que se ha conseguido generar en el seno de la asociación. Un sentimiento de pertenencia y un compromiso que han permitido que las mujeres que en su día solicitaron ayuda sean las mismas que hoy se encargan de mostrar a otras mujeres que hay una luz al final del túnel.

Articulada para reivindicar la igualdad, AMIS es como una familia. Sus miembros siempre se ayudan entre sí. No caben fisuras. Nació para romper el aislamiento de las personas que padecen la violencia en el seno del hogar. «La asociación quiere estar donde no llegan las instituciones, sobre todo en el ámbito del acompañamiento», explica su presidenta. La soledad es uno de los principales conflictos que sufren las personas que son víctimas de la violencia doméstica. El temor al estigma social las hunde en un pozo y genera el riesgo de no atreverse a dar el paso de denunciar. Por eso, las líneas de actuación de AMIS van encaminadas a que sus propias socias constituyan un pilar esencial en el apoyo personal. La recuperación de una persona que ha sufrido malos tratos, creen en la asociación, que pasa por comprobar que otras han pasado por ese mismo trago y han conseguido levantarse.

Más de una treintena de mujeres forman parte de la organización y entre todas trabajan para prestar apoyo a todas aquellas que se deciden a contar su caso. Se trata de conseguir que la víctima recupere poco a poco su autoestima. Para ello organizan talleres y cada socia es un apoyo fundamental para la otra. A nadie se le deja sola. Si tiene que acudir al juzgado, una de las componentes de la asociación le acompaña.

Sentimiento de grupo

Acciones como ésta son el resultado del trabajo que ha desarrollado la asociación para crear un sentimiento de grupo. En 2012, alrededor de una quincena de personas pudieron comprobar la solidaridad que se respira entre ellas. Fue el número -más o menos- de seguimientos que hizo AMIS, que recibe bastantes más llamadas de posibles víctimas que solicitan información. Muchas ya no vuelven a tocar la puerta, aunque el propósito siempre es convencerles de la necesidad de realizar un estudio individualizado de cada caso.

Aunque existen patrones comunes dentro de la violencia de género, las responsables de AMIS no son partidarias de hablar de unas circunstancias predominantes para explicar la problemática. «Hay muchísimos factores que hacen diferente cada caso», subrayan. Según ellas, el estatus social o el origen no explican el fenómeno de la violencia de género. «No tienen porqué ser familias desestructuradas. Se da en clases altas, clases bajas, inmigrantes, españoles...», explican Nieves Velasco y Natalia del Barrio.

Entre los 30 y los 50

No es fácil dibujar el perfil de una persona que sufre maltrato, aunque la experiencia les dice que el segmento de población con mayor riesgo de padecerlo son las mujeres con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, aunque también han recibido últimamente la llamada de algunos hombres.

Son contrarias a realizar clasificaciones generales, porque aseguran que es un mal que alcanza a todos los ámbitos de la sociedad, incluidos los niños. «El año pasado nos llamaron para dar charlas en un instituto porque los profesores habían detectado que había casos de violencia de género. Y este año nos han llamado de otro», cuentan las responsables de AMIS, que subrayan la importancia de detectarlo cuanto antes y visibilizarlo. «Es una realidad que los niños son cada vez más violentos. Puede ir encauzada en acoso al compañero o violencia hacia la pareja», añaden.

El origen de todo creen que está en el maltrato psicológico. «A la víctima le cuesta identificarlo, pero dicen los expertos que cuando hay violencia física antes ha existido violencia psicológica», exponen. «Muchas veces parece que la violencia de género solo existe cuando hay un golpe de por medio, pero no es así, porque el golpe viene precedido de una etapa que es la violencia psicológica que se ha ejercido».

Una trabajadora social, asistencia jurídica gratuita y un psicólogo externo son las herramientas con las que cuenta AMIS, que forma parte del Consejo Municipal de la Mujer, creado hace tres años y a partir del cual organizan el Día contra la Violencia de Género o desarrollan el Plan de Igualdad. Resaltan ser una asociación abierta a la sociedad. «No solo damos asistencia a las víctimas, también estamos para luchar por la igualdad, porque la violencia solo se puede erradicar desde la igualdad y para eso necesitamos la colaboración de toda la sociedad», zanja Nieves Velasco.

Hasta noviembre, Segovia había contabilizado 148 denuncias por violencia machista, lo que arroja una media aproximada de una cada dos días. La mayor parte de estas denuncias -78- se han presentado en el medio rural, lo que supone casi el 53%. En lo que respecta a las medidas de protección, en Segovia hay cuatro dispositivos GPS de localización que se hallan activos, y son diez las usuarias del Servicio Telefónico de Atención y Protección para Víctimas de Violencia de Género) en la provincia.

El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Segovia celebrado el pasado lunes dio a conocer la creación de una patrulla social en el seno de la Policía Local que tendrá como objeto dar respuesta al creciente número de actuaciones en el ámbito de la familia y la violencia de género. Dos agentes con formación específica en el ámbito asistencial darán forma a esta unidad.

Una actuación que supone un refuerzo en este ámbito y que es aplaudida desde AMIS, cuyas responsables consideran, sin embargo, que todavía se tienen que dar muchos pasos para mejorar en la protección de las víctimas de violencia de género. «Algo funciona mal porque se siguen produciendo víctimas y no se denuncia lo suficiente. Algo estamos haciendo mal; son demasiados casos. Además, solo hay caso cuando hay una muerte, solo se ve la punta del iceberg», argumenta Nieves Velasco.

La presidenta y la secretaria de la asociación muestran su preocupación también por el efecto que puede producir el aumento de las tasas judiciales. «Es una piedra más en el camino», apuntan. «Ya de por sí es difícil que una mujer denuncie. Puede llegar a suceder que las denuncias por violencia de género disminuyan. Parece, de hecho, que ya está sucediendo. Decían que iba a haber una exención respecto a las denuncias sobre violencia de género, pero no se ha aplicado todavía. Ya hay mucha gente que no tiene ni un duro».

Asistencia jurídica gratuita

Esta semana, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, reiteró que las víctimas de violencia de género podrán acogerse a la asistencia jurídica gratuita, lo que supone un consuelo para asociaciones como AMIS, que sin embargo echa de menos en Segovia un juzgado capaz de analizar caso por caso.

Consideran que un juzgado de Familia proporcionaría una mayor especialización, ya que «hay muchísimos factores que hacen diferente cada caso».

Igual de importante creen que son las campañas de sensibilización. «Han servido para dar visibilidad a este problema», manifiestan Nieves Velasco y Natalia del Barrio. «Hace años, estos conflictos se quedaban en la familia y no se hablaban. Deben servir para prevenir que haya muertes, informar a las personas que sufren la violencia de género que tienen lugares a los que acudir, que es una situación que sufre mucha gente y que tienen a disposición una asociación, unos psicólogos, que les pueden ayudar».

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