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Castillo de Brazuelas. / CRUZ CATALINA
El caserío de Brazuelas de Alcazarén se convertirá en un complejo hostelero
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El caserío de Brazuelas de Alcazarén se convertirá en un complejo hostelero

La empresa agropecuaria Pecar invertirá 334.000 euros en el proyecto

CRUZ CATALINA.

Sábado, 24 de noviembre 2012, 18:32

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La zona sur de la provincia, la denominada Tierra de Pinares, contará el próximo año con un proyecto que pretende transformar el histórico caserío de Brazuelas, en el término municipal de Alcazarén, en un gran complejo hostelero y de ocio tras un inversión de 334.000 euros. El promotor es la mercantil Agropecuaria Pecar, cuyo administrador único es el empresario vallisoletano Jesus Pérez Carbonero, que tras la adquisición meses atrás la finca de 100 hectáreas donde se ubica dicho caserío, rodeado de una espesa masa de pinares, tierras de labrantío, pastos y riberas bañadas por el rio Eresma junto a la vía madrileña del Camino de Santiago, pondrá en valor para uso hostelero varias de las edificaciones, así como un restaurante para medianas y grandes celebraciones, una bodega taurina, así como una plaza de tientas.

El caserío de Brazuelas es un lugar con historia, del que se tiene constancia desde el siglo XII, no en vano Nuño Sarracino y su mujer Doña Eulalia, que habían recibido la finca del rey Alfonso VI, se la ofrecieron en 1125 al monasterio de Silos, durante el reinado de Doña Urraca y su hijo Don Alfonso. Posteriormente, se convirtió en una fortaleza donde estuvo preso el célebre Conde Luna por orden de Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica, donde murió en 1434.

Junto al Eresma

En sus terrenos junto al rio Eresma igualmente se levanto un convento de monjes cistercienses, del que hasta nuestro días solo ha llegado los restos de una de las anguileras (criaderos de anguilas) que poseía junto a la ribera. Además su vasta superficie de terreno fue tierra frecuentada por bandoleros, con el famoso Luis Candelas a la cabeza.

Si bien la finca del caserío de Brazuelas cuenta con 100 hectáreas de terreno, la actuación puesta en marcha por Pérez Carbonero se circunscribe a las casi tres hectáreas que rodean el lugar donde se levantan las históricas edificaciones, ahora en proceso de adaptación para acoger en exclusiva la celebración de todo tipo de eventos.

Como indica el promotor, «al lado de Valladolid, no se puede encontrar un paisaje tan idílico como este, con más de cinco kilómetros de ribera sobre el río Eresma, con una ermita rústica, un lago donde campan a su anchas cisnes, gansos y patos, un prado en el que pastan en armonía ganado vacuno de engorde, al que se sumara en breve también de lidia, y equino, donde se levanta un acogedor salón social para reuniones, una impresionante suite provenzal modernizada, el salón principal, actualmente en obras, con capacidad para más de 300 personas, una bodega taurina de más de 300 metros cuadrados con servicio de bar, así como la plaza de tientas que servirá de soporte a esta como lugar de encuentro para los aficionados a la tauromaquia».

La ermita en el palomar

Se trata de un espacio único que trata de combinar las características principales para que cualquier tipo de celebración. Así, la ermita en una antiguo palomar transformado, y el lago, con fuentes de aguas recién traídas del río Eresma, son uno de los puntos que más sensación causa del complejo, junto con el jardín más de dos hectáreas, en el que crecen más de 70 especies de árboles ornamentales y frutales, y un paseo que lleva hasta la orilla del Eresma. El salón principal de convites, con más de 500 metros cuadrados de superficie es uno de los espacios más importantes, al igual que el salón social, espacio multifuncional ya en uso. En un extremo del edificio en el que se levanta el salón social se haya uno de los servicios estrella del Caserío de Brazuelas, una magnífica suite de estilo provenzal francés modernizado para que los contrayentes no solo pasen su noche de boda, si no que uno de ellos pueda hacer uso de ella a la hora de vestirse antes del enlace.

Completan el proyecto la bodega taurina y la plaza de tientas, una instalación con un ruedo de 32 metros de diámetro destinado a la realización de capeas. Finalmente, cabe destacar del proyecto, el atractivo que poseen los alrededores del Caserío de Brazuelas: sus más de 100 hectáreas situada entre pinares, con cinco kilómetros de ribera sobre el río Eresma, y su ubicación en los primeros compases del tramo vallisoletano de la vía madrileña del Camino de Santiago, y que se hace palpable merced al cruceiro tallado en piedra de granito situado justo antes de acceder al caserío.

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