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Actos en conmemoración del primer centenario de la muerte del escultor Eduardo Barrón / ICAL
Las cenizas del escultor Eduardo Barrón ya reposan en el Panteón de Hombres Ilustres en el cementerio de San Atilano
ZAMORA

Las cenizas del escultor Eduardo Barrón ya reposan en el Panteón de Hombres Ilustres en el cementerio de San Atilano

Dos centenares de personas asisten a la jornada de cierre de los actos con los que se conmemora el centenario de la muerte del artista

ICAL

Lunes, 12 de noviembre 2012, 10:14

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Cerca de 200 personas representativas del arte, la política y la sociedad de Zamora asistieron hoy a los actos con los que concluyó la celebración del centenario de la muerte del artista zamorano Eduardo Barrón, cuyas cenizas fueron las primeras en quedar depositadas en el panteón de ilustres, en el cementerio de San Atilano

La jornada empezó en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Zamora, donde los descendientes directos del escultor nacido en Moraleja del Vino participaron en el acto en el que el Consistorio rendía homenaje al escultor y se hacía cargo oficialmente de la custodia de sus restos.

El secretario de la Corporación, José María García, actuó como notario del Ayuntamiento y Carolina Muñoz Barrón leyó el acuerdo de cesión, en representación de los nietos del artista, Evaristo, Concepción, Eduardo, Jorge y Margarita Barrón Fernández, por el que se autorizó en su día la exhumación de la correspondiente sepultura en el cementerio de San Justo de Madrid y el traslado de las cenizas al Pabellón de Hombres Ilustres de San Atilano para ser entregado para su custodia a perpetuidad por parte del Ayuntamiento de Zamora

Evaristo Muñoz protagonizó el momento más emocionante del acto, dirigiéndose a los presentes diciendo: Gracias, paisanos, porque estoy de nuevo entre vosotros y, esta vez, para siempre. Es lo que diría nuestro abuelo hoy aquí.

Muñoz Barrón mostró a los asistentes un saquito de tierra de Moraleja del Vino, localidad natal del escultor, que un alumno de la Escuela de Arte depositó en su tumba original, una cinta del Ayuntamiento y una flor de amaranto y laurel. Con ella certificamos que nuestro abuelo ha pasado la sutil línea de la inmortalidad, aseguró. Es un momento grande. Yo siempre tuve esa preocupación por él porque el arte me encanta y me dedico a ella, de hecho, soy licenciado en Bellas Artes, con las especialidad de Restauración, explicó a Ical, Eduardo Hernández, sobrino tataranieto del escultor, quien intervino en los actos en nombre de la parte zamorana de la familia del artista. Siempre ha sido un motivación para mí y la figura de Eduardo Barrón me ha marcado, señaló.

El director general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, José Ramón Alonso, calificó de magnífico el homenaje brindado a Eduardo Barrón por el Ayuntamiento de Zamora y ensalzó la figura del escultor, como uno de los exponentes más destacados del arte y la cultura zamoranas.

Por su parte, la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, quien afirmó que Barrón es uno de los grandes escultores zamoranos de todos los tiempos, destacó el compromiso que acaba de adquirir el Ayuntamiento de Zamora poniendo a la ciudad como testigo de custodiar los restos de Eduardo Barrón a perpetuidad, así como el de prolongar su recuerdo y su presencia en la vida de las generaciones futuras.

La jornada terminó en el cementerio de San Atilano donde arreció la lluvia que ya había aparecido en el momento en el que se descubrió una placa junto a la estatua de Viriato aunque el sol apareció velado en el momento central, acompañado por la Banda de Zamora, dirigida por Víctor Teresa Cubero.

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