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Tomás Pérez, en su clínica / M. Á. SANTOS
«Todo han sido facilidades»
VALLADOLID

«Todo han sido facilidades»

Tomás Pérez Blanco, dueño de Visio, Oftalmología Veterinaria

TERESA LAPUERTA

Sábado, 10 de noviembre 2012, 18:23

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Una de las claves del éxito empresarial está en tener lo que nadie tiene. Otra, proponérselo a los clientes a unos precios competitivos. Estas son las dos premisas con las que el pasado mes de enero abría sus puertas en Valladolid Visio, una clínica veterinaria especializada en oftalmología de pequeños animales (sobre todo perros y gatos, pero también caballos). Su promotor y responsable, el veterinario Tomás Pérez, había logrado convencer de la oportunidad del negocio a los técnicos de la sociedad de garantía recíproca, Iberaval, unos meses antes.

«Este servicio no se oferta ni en Valladolid ni en Castilla y León si se exceptúa el hospital de la Facultad de Veterinaria de León, por lo que la zona de influencia de la clínica es bastante amplia», explica Pérez, quien añade que solo el 35% de su actual clientela procede de la provincia de Valladolid. Algunos, incluso, acuden desde la Comunidad de Madrid, porque sus precios son bastante más ajustados que los de las clínicas madrileñas.

El centro sanitario, ubicado en la calle Peral, junto a la Plaza de Toros, tiene servicios de consulta y pruebas diagnósticas, cirugía y hospitalización, y en él se dispensan también los medicamentos necesarios en cada caso. Los clientes llaman a su puerta directamente, o derivados de profesionales que trabajan o son propietarios de otras clínicas veterinarias y que no están especializadas en el tratamiento de enfermedades como el glaucoma.

Heredado de sus varios años de ejercicio de la profesión en clínicas de Toledo, Madrid y Valladolid, el emprendedor aportaba equipamiento por valor de 23.631 euros. Sin embargo, le hacían falta otros 110.000 para completar la inversión inicial. «Al tratarse de una clínica especializada, el equipo es caro y; además, había que hacer obra para convertir el local en una clínica», recuerda el sanitario, convencido de que sin el respaldo de Iberaval ninguna entidad financiera le habría concedido el crédito en los tiempos que corren.

La tramitación del aval, añade, fue bastante sencilla. «En realidad todo fueron facilidades. Me pidieron un plan de empresa, consideraron que era viable y me respondieron en unas semanas», recuerda el emprendedor. Pérez es consciente de la buena acogida que está teniendo su clínica, aunque asume que tardará en dar beneficios: está el crédito, está el alquiler de la nave y está el nombre, que en este caso no se hace de la noche a la mañana.

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