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PALENCIA

El problema de ganar en los tribunales

El PSOE reclama actuaciones para evitar que continúe el saqueo del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios

JOSÉ MARÍA DÍAZ

Martes, 11 de septiembre 2012, 14:49

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A veces ganar en los tribunales no resulta tan buena idea. Se puede encontrar uno con «regalos envenenados», tal y como aseguraba entre bromas la concejala de Personal del Ayuntamiento de Palencia, Paloma Rivero. Porque aunque en principio esos beneficios obtenidos en la victoria judicial puedan contabilizarse como nuevos terrenos o nuevas edificaciones que engrosan el patrimonio municipal, a la larga pueden transformarse en una enorme carga económica que no genera más que problemas.

Este es el caso de dos parcelas edificadas que tras un largo peregrinar por los tribunales el Ayuntamiento ha logrado recuperar. En ambos casos, se trata de suelo municipal que fue cedido en su momento, hace décadas, incluso, para cumplir un determinado fin social. Con el paso del tiempo, el destino de los terrenos cambió por completo, con lo que el Consistorio inició el proceso de recuperación, que derivó en largos litigios, ya de por sí costosos, pero que finalmente fueron ganados, con lo que esos solares y los edificios allí construidos retornaron a manos del Ayuntamiento. Al menos, sobre el papel.

Se trata del conocido bar Leo, situado junto a la rotonda de acceso a la ciudad, junto a La Yutera, y del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, que en su día ocupó las escuelas universitarias de Educación y Relaciones Laborales en el Camino de la Miranda.

Ambos inmuebles han pasado al dominio municipal del suelo tras un largo proceso judicial, aunque en ninguno de los dos casos el Ayuntamiento ha procedido a su ocupación. De hecho, todavía no dispone de las llaves del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios, aunque la sentencia firme que le concede la propiedad al Consistorio palentino es de principios del año 2011. Y ambos inmuebles se han convertido en los últimos meses en una fuente de problemas para el Ayuntamiento por su estado de abandono.

En el caso del bar Leo, que se ha convertido en una queja habitual de los vecinos del barrio de la Avenida de Madrid, la polémica se agudizó el lunes con la caída de uno de los muros exteriores del edificio. Se trata de un añadido a la estructura principal, con lo que desde el Ayuntamiento se ha descartado que exista riesgo de derrumbe del inmueble, aunque los vecinos insisten en que todo el edificio es un foco de peligros.

Desde el Ayuntamiento se reconoce la mala situación en la que se encuentra el inmueble, por lo que se están estudiando diversas formas de actuación, aunque el objetivo definitivo es el derribo del edificio. De hecho, ya se barajan varios presupuestos, pero su elevada cuantía el más barato asciende a 35.000 euros han llevado a que la demolición se aplace hasta tiempos de mejores condiciones económicas. Sin embargo, se tiene previsto efectuar una labor de limpieza integral del edificio para evitar que se convierta en un foco de infecciones.

Esta decisión no gusta demasiado a los vecinos, que insisten en que el derribo debe ser inmediato por el peligro que supone el edificio para las personas que transitan por la zona. Los vecinos insisten en que una parte del tejado se encuentra caída y que hay numerosas grietas en la estructura. También se quejan por la proliferación de ratas y cucarachas, que afectan a las viviendas cercanas.

Motivos de alarma

La caída del muro posterior del edificio ha puesto de nuevo en pie de guerra a los vecinos, que fueron quienes advirtieron del hecho al concejal de Barrios, Manuel Paramio. En su queja, los residentes de la zona sur de la ciudad recalcan que son muchos los niños que se acercan hasta el edificio abandonado para jugar por sus entornos. Asimismo, se denuncia que es un lugar habitual de refugio para indigentes y drogadictos. «Menos mal que ha sido de madrugada, porque podría haber pasado una desgracia. Toda la tarde estuvieron un grupo de chicos del barrio jugando en esa zona. Si se llega a caer, podríamos haber tenido una desgracia», remachaba ayer un vecino indignado, quien insistía en que el nivel de deterioro del edificio es evidente.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento han desmentido que el edificio corra riesgo de derrumbarse. «Los técnicos municipales han visitado el edificio y han podido comprobar que lo que se ha caído es un muro añadido al edificio principal, que servía de patio y estaba tapado con una uralita. Y además, no está muy claro cómo se ha caído eso. Da la impresión de que lo hubieran tirado», ha manifestado la concejala de Urbanismo, María Álvarez quien aclaró que se ha dado orden a la Policía Local para que valle la zona afectada e impida el acceso al interior del recinto.

Robos y saqueos de cobre

El problema del antiguo Colegio de Huérfanos de Ferroviarios no deriva de la suciedad o la posible ruina del edificio, sino del abandono y la falta de medidas de vigilancia, con lo que en los últimos meses se ha convertido en blanco de los saqueos de los ladrones especializados en el robo de cobre.

Los asaltantes han destrozado el interior de las instalaciones y destruido todo el equipamiento que todavía se guardaba en su interior, desde equipos informáticos a material de cocina, pasando por el cableado de techos y paredes.

Los robos han llevado a que el Grupo Socialista en el Ayuntamiento haya hecho pública una queja por la actual situación del inmueble, denunciando la pasividad del equipo de gobierno municipal, al que ya en mayo se le advirtió del problema, que se ha agudizado en las últimas semanas.

La concejala de Personal y Organización, Paloma Rivero, ha explicado que el expolio del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios se viene sucediendo desde hace dos años y medio, e incluso en este intervalo de tiempo se ha podido detener a tres o cuatro individuos dedicados al robo de cobre. Paloma Rivero señaló que se han reforzado las tareas de vigilancia y niega que sea un problema de las útimas semanas.

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