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La Plaza Mayor, anoche durante la fiesta máxima. / R. Otazo
Fiestón feat. Pucela
FIESTAS

Fiestón feat. Pucela

Miles de jóvenes bailan hasta la madrugada en la Plaza Mayor, convertida en una discoteca al aire libre

V. M. V.

Domingo, 9 de septiembre 2012, 13:42

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En las fiestas de la Virgen de San Lorenzo del año 2062 quizá ya no exista la Feria de Día, puede que hayamos jubilado al Tragaldabas, que la policía haya cambiado las yeguas por monopatines voladores y que los toreros lleven espadas láser para entrar a matar. Vete tú a saber. Puede cambiar todo de aquí a las fiestas del año 2062, pero habrá tres cosas que permanecerán inalterables: Arturo Fernández en el Zorrilla, Nieves Caballero cogiendo nombres en los toros y las verbenas en el Campo Grande. Claro, que para entonces habrán pasado 50 años y los habituales de la pérgola serán los mismos que este sábado lo dieron todo en el fiestón techno-dance-trance-hard trance-hard tribal trance y tal de la Plaza Mayor (aunque la cosa empezó con el noventero 'I like to move it', flipa). Allí, en torno a la fuente del cisne, estarán dándolo todo los jubilados del mañana, que como habrás echado cuentas son los jovencitos de hoy. Y con las canciones de su época, claro. O sea, las de ahora. Si hoy en el Campo Grande lo peta el 'Guapa, guapa, guapa' y el 'Colegiala de mi amor', de aquí a medio siglo lo que sonará será el 'Quítate el top', el 'Stereo levels' o el 'Somebody that I used to know'. Muy suyo, vamos. Va a ser emocionante ver a la peña con 70 años, prótesis dental, gafas bifocales y operación de cadera incluida cantar a voz en grito 'I'm sexy and I know it'. Brutal. O ver a dos viudas de 70 años bailando una de Pitbull como si fuera un pasodoble, ya tú sabe. Ojalá estemos todos aquí para verlo. De momento, nos haremos una idea recordando lo de este sábado, con la Plaza Mayor llena, el dj Ansúrez rodeado de peña, alicatada de jóvenes (sus padres, tíos y abuelos curioseando en los soportales), como si fuera Las Moreras pero sin arena, y con una colección de dj's que se sube al escenario para animar el cotarro y recordar que la sesión se retransmite en directo a través de la radio para toda España: «Chicos, vamos a dar envidia a los que no están aquí. A ver ese ruidooooooo». Y Pucela dio ruido, que es gratis y como mucho solo cuesta un dolor de garganta al día siguiente.

El caso es que si te quieres imaginar cómo será una verbena de la pérgola en el Campo Grande en el 2062, solo tienes que recordar lo de este sábado en la Plaza Mayor y poner a los protagonistas cincuenta años más. Verás, por ejemplo, a esas canis que chascan los dedos como si fueran una prima del príncipe de Bel Air (en el futuro ya con la rebequita al hombro, claro). A esos aspirantes a tronista de Telecinco que lucen una camiseta con más escote que el de su novia reshulona. A ese pringao que busca sin éxito un poquito de merengue, merengue. A ese otro que lleva la camisa azul con las mangas recogidas y un animal bordado en el pecho. A esa que se ha escapado un rato olvidando que el lunes tiene examen (o cita con el cardiólogo) para salir esta noche «a fuegoooo». A ese otro que sonríe y mueve la cabeza para decirle que sí, que sí, que sí al colega aunque con el volumen de la música no se haya enterado de nada (ese sonotone).

Si quieres saber cómo serán las verbenas del 2062, imagina con canas, calvas y Sintrom a ese que pone cara de velocidad (labio superior para fuera, el inferior para dentro) mientras menea la cabeza cachi en mano. O a ese que se baja de vez en cuando el pantalón para que se le vea el calzoncillo de marca. O a esas con flequillo guash y pendientes de perlas (falsas) que desfasan cada fin de semana mientras gritan 'uhhh' a la mínima de cambio. O a esa pandilla de churris que parecen sacados de un 'reality' de la MTV, como si fueran opositores a Las Delicias Shore. O a Parquesol Shore. O a Residencia de Ancianos de Barrio España Shore.

Pero seguro que, dentro de 50 años, en las verbenas de la pérgola te encontrarás a unos pucelanos olvidemos la caricatura de los párrafos anteriores que tuvieron que pasar su juventud con más paro del que hubieran querido, con menos oportunidades de las que se merecían, con más tijeretazos de los necesarios, con más mentiras de las deseables. Serán pucelanos que, rondando ya los 70, recordarán aquellos años en que los jóvenes eran metidos, con injusticia, en el mismo saco, como si todos fueran borrachos insolidarios, ninis apolíticos, vagos redomados, ronaldos tristes o pijos con manos de porcelana.

Futuro perfecto

Dentro de 50 años quizá hayan cambiado las ferias, pero continuarán las funciones de Arturo Fernández, las negritas de Nieves Caballero y las verbenas en un Campo Grande repletas de jóvenes ya jubilados que lo darán todo bailando un agarrado con el 'Addicted to you' de fondo mientras recuerdan aquel fiestón de 2012 que compartieron con los colegas en la Plaza Mayor. Y sí, en ese verbena del 2062, donde está prohibido conjugar el futuro imperfecto, también sonará esa canción de Fun (anoche lo hizo) para que todos juntos canten, cantemos, eso de 'Toniiiiight, we are young. So let's set the world on fire'.

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