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Alumnos del CRA Padre de Hoyos, de Torrelobatón. / L. Negro
Educación inicia los trámites para suprimir los grupos de ESO en los colegios del medio rural
PROVINCIA

Educación inicia los trámites para suprimir los grupos de ESO en los colegios del medio rural

Los inspectores ya han comunicado la medida a los centros afectados y a los padres de alumnos

FIDELA MAÑOSO

Jueves, 17 de mayo 2012, 12:50

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«Acometeremos la reducción progresiva de los grupos de ESO que permanecen en los centros de Educación Infantil y Primaria del ámbito rural, comenzando por aquellos que tengan una ratio inferior a 10 alumnos por grupo». Estas fueron las palabras textuales del consejero de Educación, Juan José Mateos, en su comparecencia en las Cortes para explicar cómo iba a afectar al sistema educativo de Castilla y León la aplicación del Real Decreto Ley 14-2012, de medidas urgentes de racionalización del gasto público.

Y esta acción ya está en marcha con el fin de que la medida se implante el próximo curso. Los centros afectados ya han recibido la visita de los inspectores de Educación para anunciarles la decisión y hablar con todos los miembros de la comunidad educativa. Después habrá que tomar decisiones individuales que pasarán por la desaparición del primer ciclo de Secundaria y el traslado de los niños a un instituto, en el caso de que cada uno de los grupos no llegue a 10 alumnos; la posibilidad de fusionarse primero y segundo de ESO, cuando sumen entre ambos al menos 14 alumnos; o bien mantenerse al cumplir o superar la ratio.

En el caso de la provincia vallisoletana existen ocho centros (73 en Castilla y León) que mantienen este tipo de unidades. Se trata de los colegios públicos Miguel de Cervantes (Alaejos), San Sebastián (Carpio), Teresa Revilla (Fresno el Viejo) y San Francisco (Mayorga), así como los CRA LLano Alto (Ataquines), La Besana (Mota del Marqués), Florida de Duero (Castronuño) y Padre Hoyos (Torrelobatón).

Aunque la medida anunciada por la Administración no ha sido recibida de igual manera en todos ellos, en general se detecta un gran malestar, que se hace más evidente en el caso de los padres que ya se están empezando a organizar para movilizarse y recabar el apoyo de los alcaldes de los municipios afectados mediante la recogida de firmas.

Monserrat Santiago López, presidenta de la Ampa del CRA Padre Hoyos, de Torrelobatón, se ha manifestado totalmente en contra de la supresión de estas unidades ya que, a su juicio, «supone un ataque al medio rural, que contradice lo que en su día dijo el consejero de Educación».

«Esta medida supondrá un golpe mortal a los pequeños municipios y agravará el problema de la despoblación del ámbito rural de Castilla y León; uno de los principales problemas de esta Comunidad Autónoma, que siempre dice el presidente que quiere solucionar. Hay otros sitios donde se puede recortar...», dice el escrito dirigido a los regidores para que lo rubriquen. La presidenta de la Ampa hace además un llamamiento a todos los padres afectados para que aporten soluciones o ideas con el fin de parar este medida. Este centro cuenta actualmente con doce alumnos del primer ciclo de Secundaria, que sumarían 15 con el paso de tres de Primaria a primero de la ESO. El próximo curso tendrán que acudir a alguno de los dos institutos de Tordesillas.

Aunque ya tenían reserva de plaza en el CRA, Educación les garantiza el cambio. Y parece que los escolares tienen preferencia por el IES Alejandría, que algunos temen incremente su ratio de forma alarmante.

En el CRA Llano Alto,de Ataquines, ya veían venir el desenlace. Tienen este curso seis alumnos en el primer ciclo de Secundaria, que ahora tendrán que acudir a un instituto de Medina del Campo. En este caso, un profesor interino se verá afectado por esta medida, al igual que Torrelobatón.

Sin embargo dos serán los docentes que se perderían en el CRA La Besana, de Mota del Marqués, que cuenta actualmente con cinco alumnos de primero de ESO y otros tantos en segundo, aunque el próximo curso sumaría 16, cinco y once, respectivamente. Los padres se oponen, máxime cuando ya tenían la plaza de reserva en el centro, aunque no tendrán problema en este sentido. Los estudiantes tendrán desplazarse a Tordesillas.

En el colegio público Teresa Revilla, de Fresno el Viejo, hay 6 alumnos en primero de la ESO, y 11 en segundo. No llegan al límite de diez por unidad para mantenerse, aunque si unen los dos grupos superarían los 14 matriculados. Pero esta posibilidad es consideraba por algunos como un auténtico despropósito, ya que «afectaría gravemente a la calidad de la enseñanza». Los progenitores están también en pie de guerra, se plantean movilizaciones a distintos niveles, y el alcalde tiene previsto reunirse con la Dirección Provincial de Educación.

En este caso, los alumnos tendrían que trasladarse a Medina del Campo, donde el IES Emperador Carlos se enfrentaría, al parecer, a una situación similar que el Alejandría de Tordesillas, en cuanto a saturación.

Pero tienen otra opción si se confirman las previsiones iniciales: acudir al Colegio San Sebastián, de Carpio, el único de todos ellos que parece tener la confirmación, al menos verbal, de que podrá mantener los dos grupos del primer ciclo de ESO al superar la ratio establecida. Para el próximo curso tendría a más de una veintena de escolares matriculados en esta etapa.

El CRA Florida del Duero, de Castronuño, sumaría para el próximo curso cuatro alumnos del primer ciclo de ESO, dos y dos, por lo que no llegaría a los niveles mínimos exigidos ni para mantener grupos individuales, ni para agruparse. En los últimos años ya habían empezado a desfilar alumnos de Secundaria a los institutos de Tordesillas, por lo que los padres están viviendo de forma natural esta situación.

En el CEIP San Francisco, de Mayorga, ya conocen la normativa para el próximo curso, y aunque se encuentran en una situación similar a la de Carpio, en cuanto al número total de alumnos, puede existir un desequilibrio de uno o dos escolares en uno de los grupos (no llegaría a diez), lo que les impediría poder mantener el primer ciclo de la ESO. Con 21 ó 22 alumnos la única alternativa sería reagruparlos al superar los 14, aunque tampoco parece ser una salida apropiada. Las familias de los alumnos también anuncian movilizaciones porque prefieren que sus hijos se queden en el colegio del pueblo, en el que están matriculados 130 alumnos aproximadamente.

Al menos dos profesores se verían afectados por la marcha de este alumnado que está adscrito al instituto de Villalón, pero que también podrían optar por el de Sahagún.

Con el mismo ánimo se lo han tomado los padres de alumnos del Colegio Miguel Cervantes, de Alaejos, donde la situación afectaría a entre ocho y diez alumnos que, en este caso, podrán optar por institutos de Tordesillas o Medina del Campo.

La comunidad educativa dice estar muy disgustada, y aunque entienden que hay que apretarse el cinturón, consideran que la educación en el medio rural lleva mucho tiempo padeciendo restricciones, «no nos mandan ni pizarras, ni ordenadores, el profesorado tiene mayor jornada lectiva, no hay sustituciones desde hace tiempo, rebajan el sueldo...

¿Somos ciudadanos de segunda?, se pregunta un profesor, al tiempo que responde de forma contundente: «Somos simplemente números, y si quieren acabar con esto que acaben definitivamente, cuando antes, para terminar con esta agonía».

La LOGSE aprobada en 1990 fue la que introdujo una nueva estructura en el sistema educativo y ofreció como novedad ante leyes anteriores la instauración de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años. La ESO se estructuraba en dos ciclos e incluía a los alumnos de entre doce y dieciséis años.

Precisamente los primeros abandonaban así los colegios y pasaban a los institutos donde compartían centro con los de segundo ciclo y los alumnos de Bachillerato, algo que en su momento fue motivo de polémica por la conveniencia o no de que estuvieran juntos.

Este cambio, sin embargo, no se introdujo en los colegios del medio rural, donde se mantuvo el sistema 'antiguo' de forma provisional, hasta que se buscaran otras soluciones o alternativas que, en ese caso, pasaban por la creación de los CEO (Centro de Educación Obligatoria), donde los alumnos podrían cursar todos los niveles, hasta los 16 años, o los IESO, que concentrarían toda la Secundaria.

En el primer caso, la provincia vallisoletana solo cuenta con uno, en Boecillo; mientras que se han creado en este tiempo tres IESO, que están ubicados en Cigales, Mojados y Pedrajas.

Ahora que han llegado los recortes ha sido el momento elegido para poner fin a la eventualidad con la que han estado estos centros. Pero algunos creen que lo peor está por venir. Concretamente se teme la desaparición de las pequeñas escuelas, no solo las que tienen menos de cuatro alumnos, y que forman parte del CRA, de tal forma que la cabecera del mismo agruparía a todas ellas. Y eso, afirman, si que sería el «gran hachazo» para el medio rural.

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