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José Manuel Rodrigo con su asiento. / J. F.
Un vallisoletano patenta un asiento fijo de coche para bebés y niños
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Un vallisoletano patenta un asiento fijo de coche para bebés y niños

José Manuel Rodrigo busca una empresa para iniciar la producción industrial de su invento

Javier Fernández.

Sábado, 28 de abril 2012, 14:50

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Se acabó el volver a perder la paciencia y andar con prisas en ocasiones a la hora de colocar y quitar la sillita obligatoria para los niños en el asiento del coche. Para que deje de suponer un estorbo y esa plaza quede siempre libre para que pueda utilizarla un adulto, un vecino de Tudela de Duero, Juan Manuel Rodrigo Pereña, ha desarrollado un sistema por el que la silla del bebé forma parte del asiento convencional de cualquier vehículo y de una manera muy sencilla se despliega para que pueda ser utilizada esta es la novedad por un pequeño, desde recién nacido hasta los doce años. Y en menos de un suspiro volver de nuevo a su posición normal en el respaldo sin modificar para nada la estructura en el interior.

Este novedoso producto, que ya tiene patente y que cuenta con un prototipo realizado por su creador, está en fase de darse a conocer en el mercado y de que las empresas del sector del automóvil o los centros de investigación de seguridad vial muestren su interés con el fin de hacer pruebas más avanzadas, verificar su utilidad y llevar a cabo esta novedosa y peculiar iniciativa ya que para Juan Manuel todo el proceso le resultaría inviable económicamente.

«Estoy convencido de que el proyecto es bueno y aporta muchas ventajas a los usuarios y además crearía empleo en su fabricación», comenta.

Comodidad, seguridad, necesidad y hasta un ahorro económico al no tener que comprar estas sillitas el vehículo ya vendría con ella incorporada en el asiento son los principales beneficios. Una aventura inventora que comenzó este tudelano hace más de tres años ante la necesidad de idear un sistema para evitar todo el proceso que suponía para él y que se hace extensible a muchos padres y madres tener que poner y quitar las sillas de sus dos hijas dependiendo del uso o de los ocupantes que fueran a subirse en el coche. «Estaba en paro, tenía tiempo para probar y estuve un año haciéndolo. Hice varios prototipos y al tercero ya me salió bien. Creo que es muy útil porque no se necesitan sillas auxiliares y el montaje es muy sencillo. Y siempre vas a tener las cinco plazas útiles en todo momento, independientemente de que sea un adulto o un niño de cualquier edad, que es lo que realmente interesa», explica Juan Manuel Rodrigo.

El prototipo, válido para el asiento convencional de cualquier vehículo, cuenta además con una doble utilidad, dependiendo de la edad del pequeño.

Capazo y sillita

Una primera posición en la que el asiento se transforma en un capazo silla para bebés orientada hacia atrás en la parte baja para el uso desde recién nacidos hasta nueve meses (de cero a nueve kilos aproximadamente) y un segundo provecho como la sillita normal para niños desde nueve meses hasta doce años.

En ambos casos del respaldo del propio asiento sale una plataforma con sus correspondientes protecciones laterales se extraen de la parte del respaldo, sus cinturones de seguridad y cinco puntos de anclaje, además de regularse en altura para adaptarse de forma idónea a la complexión y estatura del usuario. «La plataforma se adapta a la altura y necesidad del niño», apunta este vecino de Tudela que ya ha contactado con distintas marcas de fabricantes de coches, aunque de momento sin éxito.

Juan Manuel Rodrigo está pendiente de que alguien se interese por el tema, sobre todo ejecutivos que tengan capacidad de decisión en sus empresas para sacar el producto adelante. «Al menos que opinen y juzguen si es una buena o mala idea, pero al menos que se interesen porque hay veces que llegas a pensar si en las empresas, en estos casos, prima más el interés económico que la seguridad de los niños. Y que también las administraciones se involucren más en fomentar la actividad económica. Me daría rabia que no prestaran atención en ponerlo en marcha y me tuviera que ir fuera a ver si interesa en otros continentes y se animan a fabricarlo allí», comenta a la vez la elevada cantidad de dinero que lleva invertido en este sistema y en la renovación de las patentes para proteger el invento.

Para Juan Manuel, la homologación de su sistema realizado con material convencional es factible y viable. «Tengo esperanzas de que alguna empresa lo vea, lo conozca y estén convencidos de que es bueno para que salga adelante. Y sobre todo porque en el tema de las sillas de bebés y de niños a veces se colocan mal en el coche por las prisas o por que estás cansado y se pueden producir percances y accidentes que con este producto podrían llegar a evitarse», finaliza el vecino de Tudela de Duero.

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