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EDUCACIÓN

La Plataforma de la Escuela Laica anuncia movilizaciones contra los recortes

Considera que el plan del Gobierno central amenaza la calidad educativa pública

EL NORTE

Martes, 17 de abril 2012, 15:12

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Plataforma por la Escuela Pública Laica y Gratuita de Castilla y León quiere dejar bien claro ante la opinión pública de esta región que no se va a quedar parada por lo que suponen los recortes anunciados en el sistema educativo español y autonómico. Esta plataforma regional formada por la Federación de Enseñanza de CCOO, CGT-Enseñanza, Federación STECyL-i, Confederación de AMPAs de CyL (CONFAPACAL), Confederación de Asociaciones de vecinos de CyL (CAVECAL), ACEL (Escuela Laica) e Izquierda Unida CyL anuncia movilizaciones de inmediato ante tamaña actuación de los rectores de la Educación en este país.

Si la agresión a la Educación Pública se materializa, la Plataforma por la Escuela Pública Laica y Gratuita de Castilla y León llamará al conjunto de la comunidad educativa (alumnado, familias y profesorado), y al conjunto de la sociedad, a responder con contundencia en colegios, institutos y universidades, y también en la calle, a unos presupuestos antisociales y en defensa de una educación pública para todos y todas: de calidad, laica, gratuita, democrática, igualitaria, integradora y participativa.

La sociedad española asiste, desde hace años, a un ataque sin precedentes contra la educación pública, y el propio Estado de Bienestar, que ha culminado estas semanas con los recortes en gasto social de los Presupuestos Generales del Estado de 2012, y las medidas anunciadas ayer lunes día 16 de abril, por el ministro de Educación, en la reunión de la Conferencia sectorial, que dan cobertura a un recorte de 3.000 millones de euros para este ejercicio.

Compromiso de investidura

En nuestra región, el compromiso del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en su investidura de blindar los servicios públicos esenciales, entre ellos el educativo, para que no se produjese "ningún paso atrás", sino avances en la calidad de los mismos, nunca se ha correspondido con la realidad de los hechos: estos últimos años se ha reducido drásticamente la construcción de nuevos centros educativos y las partidas para el mantenimiento de los ya existentes; se ha producido una importante mengua de los gastos corrientes para el funcionamiento de colegios e institutos y se han dejado sin cubrir numerosas bajas de docentes, cuya profesionalidad permite atender la enorme diversidad del alumnado de la escuela pública. Sin ánimo de ser exhaustivos, las actividades extraescolares, los comedores y el transporte del alumnado también están bajo mínimos. Otro tanto ocurre con la financiación de las Universidades y con las becas, al tiempo que suben las tasas de matrícula.

Además se ha estado produciendo un trato preferencial hacia la escuela privada, concertada y confesional, ya que mientras la red pública asume la escolarización de todos los sectores sociales, a la privada-concertada se le está permitiendo, con el apoyo de la Administración y con la coartada de una mal entendida libertad de elección de centro, que seleccionen al alumnado.

Ahora el paquete de 6 medidas, anunciadas ayer por el Ministro de Educación, en el que se incluyen, en otras, la de aumentar de forma desproporcionada tanto la jornada lectiva (y despedir profesorado interino) como el número de alumnos por clase (para reducir unidades), no hacen sino llevar hasta sus últimas consecuencias la lógica del deterioro de la escuela pública, en una ofensiva que busca cambiar las reglas del juego de nuestra sociedad. De hecho, la crisis está sirviendo de coartada para imponer un modelo social en el que la excelencia, pensada para una minoría, se contrapone con una inmensa mayoría a la que esperan trabajos precarios y mal pagados. Aunque, tal vez, la peor consecuencia de esta estafa de la que somos víctimas, sea la resignación: porque los recortes no nos van a sacar de la crisis. Y hay alternativas a la dictadura de los mercados, por ejemplo, una presión fiscal potente y progresiva que, además, combata el fraude, o, también, políticas de estímulo económico que generen empleo.

En estos momentos, en nuestra región, a pesar de la presión para que las comunidades autónomas repercutan la reducción del déficit sobre las partidas sociales, los Presupuestos de la Comunidad representan la ocasión, para el presidente Herrera, de demostrar el valor que da a su compromiso: negociando con la comunidad educativa para dar prioridad a la financiación de la Escuela Pública (desde Infantil a la Universidad), y mantener los puestos de trabajo del profesorado, así como los programas educativos y medidas de atención a la diversidad, además de los servicios que compensan las desigualdades: becas, comedores, madrugadores, tardes en el colegio o centros abiertos.

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