Borrar
LA HUELGA EN PALENCIA

Los piquetes se centran en parar las grandes fábricas y reducir el transporte

Muchos bares y tiendas se mantienen cerrados a la espera de que se reduzca la presión de los sindicalista

JOSÉ MARÍA DÍAZ

Jueves, 29 de marzo 2012, 16:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Después de una tensa noche en los polígonos industriales, donde su ubican los grandes centros de producción, como Siro en Venta de Baños o Renault en Villamuriel, la presencia de los piquetes de los sindicalistas se hecho patente en las calles de la capital palentina, en donde se han centrado en el cierre de los supermercados y de los bares y tiendas más céntricos.

Los primeros momentos de tensión se vivieron en las puertas de la factoría de Siro, con la presencia de numerosos sindicalistas, pero también un fuerte contingente de la Guardia Civil. Los piquetes intentaron impedir la entrada de los trabajadores, pero la presencia policial permitió que los empleados accedieran al interior.

Se vivieron también algunos enfrentamientos entre huelguistas y guardias civiles a las puertas de Renault, aunque la entrada de empleadas fue mínima y la producción se encuentra parada.

Los mayores problemas se vivieron posteriormente, de madrugada, en las puertas de las cocheras de las empresas de autobuses de La Regional y de Upalsa, la concesionaria del transporte urbano en Palencia. Los piquetes organizaron sentadas en las puertas de las cocheras para impedir que salieran los autobuses, por lo que los sindicalistas tuvieron que ser arrastrados por fuerzas de la Policía Nacional. Esta situación provocó que algunos huelguistas sufrieran golpes o resultaran contusionados, entre ellos el secretario general de la UGT, Javier Gómez Caloca, que resultó lesionado en un dedo por un pistón de un policía.

Los autobuses de servicios mínimos del transporte urbano lograron salir finalmente y los sindicalistas llegaron a un acuerdo con los responsables de La Regional para reducir el número de vehículos que debían circular.

Los sindicalistas se trasladaron después a las puertas de los grandes supermercados, en donde llegaron a acuerdos para no abrir durante las primeras horas de la mañana.

Posteriormente, los piquetes se distribuyeron por el centro de la ciudad para intentar frenar la actividad económica. En la Plaza de Abastos solo ocho puestos se encontraban abiertos y buena parte de los bares y tiendas de la zona más céntrica aparecían cerrados o abrían intermitentemente, para evitar enfrentamientos con los piquetes que recorrían las calles. Muchos de los empresarios esperan poder abrir a lo largo del día, cuando se reduzca la intensidad de la presencia de los huelguistas.

En la capital, ha resultado también intensa la protesta de los sindicalistas a las puertas del palacio de la Diputación, en donde se celebraba el pleno.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios