Competición deberá decidir el ganador del Ávila-Aguilar

El Ávila y el Aguilar aún no saben quién de los dos equipos ha ganado su partido. Empataron a uno, pero el colofón lo puso un disparo de Tirso en el minuto 94. El árbitro, el zamorano Vaquero Girón, pitó el final, y cuando se marchaban todos al vestuario vio que el auxiliar tenía el banderín levantado. «Ha sido gol», le dijo. El trencilla, ante esta nueva tesitura, se dirigió a los entrenadores y les comunicó que daría validez al gol. Ganaba el Ávila por 2-1, por tanto. El Aguilar protestó, el Ávila se dio por satisfecho... Y a la hora y media salió el acta. No reflejaba el gol. 1-1 de nuevo. Alivio en el Aguilar, protestas en el Ávila, que no firmó el acta. Vaquero Girón explicaba la jugada así en el documento: «Una vez finalizado el encuentro observo que el asistente número 1, José Manuel Arribas Aragoneses, tiene levantado su banderín, a la vez que todos los jugadores del CD Aguilar salen corriendo hacia su vestuario. Ante ello me dirijo a mi asistente preguntándole el motivo de tener levantado el banderín, y este me indica que instantes antes de que yo decretara el final del partido se ha producido un gol legal a favor del Real Ávila, el cual yo no había concedido por no haber visto dicha indicación de mi asistente. Ese gol lo consiguió el dorsal número 6, Tirso».

Ahora debe ser el juez único de Competición quien dictamine qué resultado es el que vale, si el 1-1 o el que Vaquero Girón anunció que pondría, el 2-1 fantasma.