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Presentación del congreso de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, hoy, en Segovia. / A. DE TORRE
El índice de mortalidad por enfermedades coronarias baja a la mitad en treinta a años
SANIDAD

El índice de mortalidad por enfermedades coronarias baja a la mitad en treinta a años

Expertos de todo el país presentan un estudio pionero sobre las incidencias de los accidentes cardiovasculares en España

C. B. E.

Jueves, 13 de octubre 2011, 18:39

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Dicen que el tiempo es oro, y cuando se trata de salvar una vida, aún es más precioso y preciado. Alrededor de un centenar de expertos nacionales asisten desde hoy en la capital segoviana a la Reunión Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias. Facultativos de estas especialidades analizarán en las jornadas de trabajo distintos temas relacionados con las patologías agudas cardiacas que afectan al enfermo crítico. Asimismo, habrá tiempo también para seguir y debatir sobre diversos estudios elaborados en este ámbito y en la resucitación cardiopulmonar, así como para profundizar en la idoneidad y eficiencia de los dispositivos que ayudan a la función del corazón. En este apretado programa destaca la presentación del único estudio nacional que hace un seguimiento acerca de las incidencias de los accidentes cardiovasculares en España, el llamado informe Ariam, pionero en la evaluación de la pacientes infartados en centros hospitalarios españoles.

Proyectos como este han permitido dar pasos importantes para avanzar en la atención y en la labor que prestan los especialistas en Medicina Intensiva. De hecho, la mortalidad de los enfermos con patologías agudas cardiacas que ingresan en los hospitales se bajado de manera muy llamativa desde los años 80. A principios de esa década alrededor del 17% de los pacientes fallecían, mientras que la tasa actual ha descendido hasta el 8%, prácticamente la mitad en treinta años. Los expertos facultativos esgrimen como razones de esta reducción de la mortalidad por causas coronarias en una mejor asistencia provocada, a grandes rasgos, por un mejor tratamiento y la rebascularización del síndrome».

En representación del grupo de trabajo que ha llevado a cabo este análisis, el doctor Jaime Latour ha dado esta mañana algunas pinceladas sobre las conclusiones y los resultados obtenidos con este novedoso estudio que pretende fijar algunos avances en la asistencia a estos pacientes. El proyecto se gestó en 1994 y se cimienta básicamente en el registro de síndromes coronarios agudos que pasan por las unidades de vigilancia intensiva de los centros.

Según ha explicado el el responsable de la UCI del Hospital General de Segovia, Pablo Ancillo, en la introducción del estudio, Ariam se concibe como «un instrumento de trabajo para mejorar la calidad de la atención, cumplir con los estándares recomendados y detectar puntos de mejora». Y una de las cuestiones a resolver es el tiempo de reacción, sobre todo desde que empiezan los síntomas de la dolencia hasta que se llega al sistema hospitalario donde se interviene a la persona que ha sufrido un infartado u otra afección coronaria.

Jaime Latour ha apuntado en su exposición que aproximadamente el 50% de los pacientes con estas patologías «llegan bastante después de las dos horas y es un periodo crítico para salvar vidas». El tiempo es oro. En este sentido, el especialista ha trasladado la preocupación que se deriva de los resultados obtenidos en el estudio ante esta «asignatura pendiente» que es la excesiva demora que existe desde esos primeros síntomas hasta que se actúa en el hospital. «Hay que acortar los periodos», ha añadido a la hora de lanzar una primera propuesta de mejora en la atención sanitaria.

En cuanto a la hospitalización, «España cumple con los estándares» de la asistencia. Y en ese afán en buscar una mayor eficacia y minimizar los tiempos de reacción en la atención que se prestan en las unidades de vigilancia intensiva, los especialistas defienden la disposición y la tarea que desempeñan los servicios de emergencias sanitarias, que se convierten en la mejor respuesta para trasladar a una persona con un infarto a un hospital. «Es lo más eficaz, el acceso sanitario a través del 112 o del 061» con el fin de ganar tiempo a la supervivencia y la recuperación del paciente infartado, ha reiterado Latour en su intervención. o en vano, el escenario ha cambiado. «Hace unos años, incluso se recomendaba que no se llamara a una ambulancia; hoy en día hay un sistema de asistencia de urgencia que funciona muy bien».

Así lo ha refrendado en le caso segoviano el responsable de la UCI del Hospital General. Pablo Ancillo ha ensalzado que «en Segovia se trabaja muy estrechamente con el 112 y si ellos tienen el diagnóstico claro, en el camino hacen ya el tratamiento adecuado del enfermo con un infarto de miocardio».

A lo largo de la presentación de esta mañana, Jaime Latour también ha insistido, a tenor de los resultados del informe, en la necesidad de invertir todos los esfuerzos posibles para rebajar a menos de dos horas el tiempo que transcurre desde la aparición de los síntomas hasta que se recibe la atención hospitalaria. Entrando más en detalle del proceso, una persona que tenga una sintomatología compatible con el padecimiento de un síndrome coronario agudo «no ha de ceder más de cinco minutos en dar el aviso a los servicios de emergencias». Ha de pasar menos de media hora para que, en ese contacto con el sistema hospitalario, se la administre la paciente el trombolítico en una asistencia preambulatoria. Por lo que, el tiempo total para intervenir y abrir la arteria afectada no debe superar las dos horas. En la actualidad, el estudio elaborado por el grupo de trabajo indica que en cerca de la mitad de los casos, «desde el inicio de los síntomas hasta llegar el centro han pasado 146 minutos».

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