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EL NORTE
Domingo, 15 de noviembre 2009, 14:22
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Medio millar de personas se manifestaron ayer por las calles de la capital en contra del proyecto del Centro de Transferencia de Residuos que se pretende instalar en Alcazarén (726 habitantes). Entre pitos y al grito de 'Alcazarén unido jamás será vencido' y 'Tengo un burro muy inteligente que no se parece nada a los de Medio Ambiente', los asistentes, muchos de ellos ataviados con mascarillas y batas blancas, llevaron un burro con una pancarta que rezaba: 'Soy técnico de Medio Ambiente'.
La pancarta que encabezó la protesta, con el lema 'Alcazarén por una comarca limpia. Residuos tóxicos y peligrosos no', era portada por vecinos de pueblos de la comarca como Cogeces, Megeces, Hornillos, Mojados, Olmedo, Íscar, Pedrajas y Matapozuelos. Junto a la cabecera unos niños llevaban otro cartel en el que se podía leer: 'Comisión de Urbanismo. Nuestro futuro depende de vosotros'.
Con más de una hora de retraso sobre el horario previsto -los asistentes fueron llegando en distintos autobuses-, la marcha partió de la plaza de Zorrilla para recorrer la calle Santiago y llegar a la Plaza Mayor, donde un vecino de Alcazarén, Justino Yastas, leyó un manifiesto en el que advirtió de que aún no han leído ni un sólo informe sobre los riesgos de la futura planta.
El regidor del municipio, Alfonso García, criticó que los políticos «no hagan ni caso» a los vecinos que se manifiestan para evitar posibles problemas de salud y les acusó de interesarse por los vecinos tan sólo en época electoral. «Eso me duele muchísimo», dijo.
«Prefieren ponerse a favor de intereses de empresas privadas que de los vecinos», destacó el regidor, quien vaticinó que la Comisión de Urbanismo, tras la licencia concedida por Medio Ambiente, dictaminará en favor del proyecto, informa Europa Press.
Sobre un acuífero
Tras reiterar que el centro se ubicaría junto a la carretera, sobre un acuífero, en medio de dos empresas agroalimentarias y a 800 metros del casco urbano, García acusó a la Junta de decir «verdades maliciosas», ya que, aunque la decisión final tendrá que tomarla el Consistorio, cuando éste deniegue el permiso, la empresa acudirá a los tribunales.
«Que se mentalicen de que abren la puerta a que decida un juez cuando ellos lo podrían parar», criticó el regidor antes de calificar de «irónica» la postura de la Junta, a la que pidió que «no engañe a la gente».
«No vamos a dejar nunca que nos lo coloquen», defendió Alfonso García antes de calificar el proyecto de «barbaridad», apostar por que el pueblo decida sobre las empresas que quiere que se asienten allí, pedir que les dejen «vivir en paz» y reclamar información sobre las consecuencias en caso de un accidente en el centro.
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