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Convento de San José, en Medina de Rioseco. / HENAR SASTRE
Las Carmelitas de Rioseco tienen recalificado su convento para la instalación de cualquier negocio
VALLADOLID

Las Carmelitas de Rioseco tienen recalificado su convento para la instalación de cualquier negocio

El alcalde anuncia que facilitará la llegada de «una empresa» pero reconoce que no le constan ofertas en los últimos años

J. SANZ

Miércoles, 1 de abril 2009, 09:55

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El Ayuntamiento de Medina de Rioseco incluyó en la última modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) la recalificación del «uso dotacional religioso» que pesaba sobre el convento de San José, que la orden de las Carmelitas Descalzas abandonaron el 2 de junio del 2005, para reconvertirlo en «dotacional general». La medida, que contó con el apoyo de los tres grupos municipales de la pasada legislatura, buscaba «facilitar a las religiosas la venta del inmueble a cualquier empresa interesada en abrir allí un negocio de hostelería o una residencia», según explicó ayer el alcalde, Artemio Domínguez (PP).

El regidor reconoce, sin embargo, que en los últimos años «no hemos tenido constancia de que se hayan presentado ofertas por el convento» y añade su disposición «a ayudar en la medida de nuestras posibilidades a agilizar la instalación de cualquier negocio que permita rehabilitar el convento».

Entre tanto, la iglesia adosada al edificio de las monjas mantiene, al menos por ahora, su uso religioso a expensas del futuro del conjunto y de la decisión última que pueda adoptar el Arzobispado si llega a presentarse algún comprador después de la llamada desesperada realizada por la priora de la orden, Olga María del Redentor, mediante un escrito en el que informaba de que el banco está a punto de embargar el convento del paseo de Filipinos que compraron por 5,2 millones de euros nada más salir de Rioseco.

Cesión durante 75 años

La ausencia de ofertas, más allá de la presentada al principio por otra orden religiosa que al final no cuajó, llevó a las Carmelitas Descalzas al borde de la ruina al no poder afrontar el pago de la hipoteca sin contar con los 4,5 millones de euros que pedían inicialmente por el convento levantado en el siglo XVII (1608) y que ocuparon durante casi cuatro siglos.

La marcha de las religiosas, que se llevaron el patrimonio que atesoraban, desató las iras de los vecinos de la villa hasta que el Ayuntamiento firmó un acuerdo con la orden por el que cedían 147 de sus 177 obras de arte durante 75 años.

«Las obras permanecen custodiadas en el Museo de San Francisco y se han expuesto ya en algunas muestras», asegura el alcalde, quien anticipa que en el próximo taller de empleo de la institución tienen previsto dejar a los alumnos algunas obras de menor valor (arcones, sillas,...) para que trabajen en su rehabilitación.

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