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El escritor Francisco Ayala sonríe en una fotografía reciente. / JUANJO MARTÍN-EFE
La Biblioteca Nacional homenajea a Francisco Ayala por sus 103 años
CULTURA

La Biblioteca Nacional homenajea a Francisco Ayala por sus 103 años

Un número especial de la revista 'La Torre' rescata a través de testimonios de alumnos y colaboradores su etapa de exilio en Puerto Rico

EFE

Lunes, 16 de marzo 2009, 01:31

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Francisco Ayala cumple hoy 103 años y, con ese motivo, recibe un homenaje en la Biblioteca Nacional, que estará presidido por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y al que está previsto que asista el propio escritor y académico de la Lengua. Durante el homenaje, que tendrá lugar en la Biblioteca Nacional de España, cuyo Patronato preside Ayala, se presentará la novela corta del escritor 'Glorioso triunfo del príncipe Arjuna', publicada por primera vez en 1980 y editada ahora para la ocasión por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales con ilustraciones del pintor Juan Vida.

Los alumnos de la Real Escuela Superior de Arte Dramático realizarán una lectura dramatizada del primer capítulo de esta obra, fruto en parte de un viaje a la India que Ayala hizo en los años cincuenta. En el homenaje intervendrán, además del ministro, la directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral, y la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres.

Narrador, ensayista, sociólogo y crítico, Ayala llega a los 103 años con su lucidez y sentido del humor intactos, y con ganas de seguir viviendo «en el mundo de hoy día, no en el de hace treinta o cincuenta años», como afirmaba en una reciente entrevista.

El autor de 'El jardín de las Delicias' ha perdido vista y está «algo duro de oído», como él señala. Pero eso no le impide estar informado de cuanto sucede en el mundo, gracias en parte a los periódicos que le lee su mujer, la hispanista estadounidense Carolyn Richmond de Ayala. «Soy auditor de prensa», suele decir el escritor.

Además, Ayala siempre se llevó bien con las nuevas tecnologías, y la prueba es que, a su edad, ha aceptado la propuesta de la Biblioteca Nacional de tener un perfil en Facebook, ese club social en el que hay numerosos fans de esta institución y en el que difícilmente habrá otro socio tan veterano como el escritor granadino.

En Facebook hay ya 'colgados' diferentes materiales relacionados con Ayala, entre ellos el artículo 'Mi ordenador y yo', de 1985, en el que el autor decía que «ningún escritor que se precie debe usar otro instrumento de trabajo que la última máquina producida por la industria electrónica».

La Biblioteca Nacional, una institución por la que Ayala siente una especial predilección desde que, «de muchachito», se vino a Madrid y se pasaba en sus salas las hora muertas, ha invitado a los ciudadanos a dejar sus mensajes de felicitación al escritor en dos libros que se habilitarán para ello en la sede central de la BNE.

También se podrá felicitar al escritor a través de las páginas en Facebook de la Biblioteca Nacional y del propio Ayala, o bien por correo electrónico en el buzón 'Homenaje a Ayala', que estará abierto hasta el 18 de marzo.

El Ayala del exilio

Testimonios en primera persona de sus discípulos y diversos estudios literarios que recopila un nuevo libro rescatan al Francisco Ayala del exilio en Puerto Rico, país que marcó su trayectoria creativa y donde ejerció cátedra junto a otros exiliados españoles como Juan Ramón Jiménez o Pedro Salinas. El libro, que es un número extraordinario de la revista 'La Torre', fundada por el autor granadino en 1953, aborda el largo exilio del escritor en América, de 37 años, y en el transcurso del cual vieron la luz sus obras más emblemáticas. El volumen, de casi 400 páginas, recoge análisis textuales de especialistas en su obra y biografía como Keith Ellis, Nelson Orringer, Andrés Soria o la propia esposa del novelista, Carolyn Richmond, y está coordinado por la profesora Iris Zavala. Entre las aportaciones más sugerentes, se incluye una entrevista con el ensayista del periodista y editor Armindo Núñez, que éste define como «la búsqueda en Ayala de un trozo del jardín de sus delicias».

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