«Los bodegueros son reacios a usar productos alternativos en la elaboración de vinos»

El uso del oxígeno y de productos alternativos en la elaboración de los vinos es un tema de actualidad que importa tanto a los enólogos y bodegueros como a muchos ciudadanos interesados por el sector vitivinícola. La Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia acogió el 19 y el 20 de febrero unas jornadas en la que diez ponentes de distintos países desgranaron todos los aspectos relacionados con esta nueva tecnología. La profesora de Enología en Palencia María del Álamo fue una de las conferenciantes, quien destacó la amplia presencia de público en las charlas y la calidad de los expertos participantes.

-¿Cuáles son los productos alternativos que se utilizan en la elaboración de vinos?

-Son trozos de madera de distintos tamaños que se introducen directamente en depósitos de acero inoxidable o en barricas de madera que ya se han utilizado con anterioridad. Hay una amplia gama en cuanto a tipo de madera y tratamiento del producto. En España, hay un montón de casas comerciales que venden toneladas de estos productos. Siempre y cuando no se ponga en la etiqueta que ese vino está fermentado o criado en barrica, es una práctica enológica que está permitida en la Unión Europea, excepto en La Rioja, que lo han prohibido.

-¿Se utilizan estos productos en España?

-Sí, pero todavía hay más respeto y tradición de vinificación y control en barrica. En los países del nuevo mundo, como Chile, Argentina, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, es donde más se han desarrollado estos avances, ya que muchas bodegas los emplean.

-¿Cuál es su opinión acerca del uso de estas nuevas técnicas?

-Hay que ver las posibilidades de los productos y la tecnología que tenemos ahora en el mundo vitivinícola. El vino envejecido en barrica tiene unas determinadas características y su nicho de mercado. Otra cosa son los vinos producidos con productos alternativos y técnicas de micro-oxigenación, que pueden responder a un tipo de consumidor al que también le gustan los vinos con madera y que no pueden pagarse un vino de alta gama envejecido en barrica. Lo que está claro es que los países como España, Francia e Italia, que apuestan más por el envejecimiento en barricas, o espabilan o no podrán evitar que los consumidores adquieran caldos de otros países como Australia, Chile o Argentina, que cuestan seis euros y cuyo sabor nos recuerda a la madera.

-¿Qué diferencias hay entre un vino envejecido en barrica y otro con productos alternativos?

-Los vinos envejecidos en barricas requieren de un proceso más largo, mientras que los de productos alternativos son de un consumo rápido. Las diferencias en cuanto a características fisicoquímicas dependen de la elaboración de ese producto. Eso es como una bodega que utiliza una uva y vinifica de una manera y la bodega de al lado que lo hace de otra.

-Sin embargo, en el sector enológico no está muy bien visto el uso de productos alternativos y se defiende más la crianza en barricas...

-Hay que defender la crianza tradicional en barricas porque el vino que sale es mucho más estable en el tiempo y, en principio, con unas características totalmente diferentes. No obstante, algunos miembros de este mismo sector también utilizan estos productos. El problema actual es que hay un gran desconocimiento en cuanto al uso de estas nuevas técnicas.

-¿Son los bodegueros reacios a utilizar estas técnicas?

-A lo mejor son un poco reacios, pero todos los que participaron en las jornadas las habían empleado alguna vez (risas). Una cosa es lo que se dice y otra lo que cada uno hace en su bodega.

-¿Los vinos resultantes son más baratos?

-Son mucho más baratos. El producto en sí es más barato que una barrica, aunque con un buen manejo y un buen vino de base se obtienen vinos de una calidad bastante importante. Por ello, el precio de estos productos tiende al alza.