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La mujer de Francisco Correa, tras declarar ante Garzón. / J. G.
Correa puso su patrimonio a salvo de Garzón en varios paraísos fiscales
ESPAÑA

Correa puso su patrimonio a salvo de Garzón en varios paraísos fiscales

La Policía ha descubierto fondos por más de diez millones de euros que el jefe de la trama guardaba para su jubilación en Centroamérica Los beneficios de las corruptelas desaparecieron en territorios opacos como Isla de las Nieves, Antillas Holandesas o Suiza

M. SÁIZ-PARDO

Martes, 17 de febrero 2009, 01:24

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Francisco Correa tiene su millonario patrimonio a buen recaudo. Desde 1996, tres años antes de que sus negocios como 'conseguidor' inmobiliario a base de cohechos dispararan sus ganancias, el supuesto jefe de la trama corrupta que salpica al PP tejió un complicado entramado empresarial en paraísos fiscales con la ayuda de, al menos, cuatro de los principales imputados por Baltasar Garzón.

Los agentes de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) ya han seguido el rastro a 10 millones de euros depositados en su mayoría en países caribeños. Los investigadores explican que la cifra es sólo una pequeña parte de la fortuna que Correa guardaba para su jubilación, que jamás podrá ser recuperada.

Los informes de la UDEF parecen un catálogo de viajes exóticos: Isla de las Nieves, Islas del Canal, Antillas Holandesas, Islas Vírgenes Británicas, Liechtenstein o Suiza, paraísos fiscales conocidos por el sistema financiero internacional como «territorios no cooperantes» porque niegan a los jueces incluso la identidad de los titulares de las cuentas. A esa lista los agentes unen otros cinco países en los que va a ser muy difícil recuperar el dinero como Colombia, Senegal, China, Panamá o Azerbaiyán.

Según las investigaciones policiales, de las 23 empresas relacionadas con Correa al menos cinco se dedicaban casi en exclusiva al blanqueo en el extranjero de las sumas millonarias que la trama obtenía de turbios negocios inmobiliarios gracias sobre todo a ayuntamientos como los madrileños de Boadilla del Monte y Majadahonda, la gran vía de financiación de la red. Los expertos de la UDEF insisten en que el dinero procedente de la organización de eventos, incluida la trama de facturas falsas, era una «ínfima parte» del dinero corrupto que obtenía Correa.

Estas cinco empresas, con contactos en otros países europeos como Holanda y Gran Bretaña, son Special Events, la firma que durante años preparó actos para el PP en Madrid y Valencia, Inversiones Kintamani, Welldone 2002, Hator Consulting y Osiris Patrimonial. El resto de las sociedades desviaban a estas firmas sus beneficios para sacarlos al extranjero.

Cuatro de los imputados colaboraron con Correa en poner en marcha este entramado, ya que el líder de la red, un ex agente de viajes, confesó no tener conocimientos para tal operación. En las investigaciones aparecen los nombres de Ramón Blanco Balín, ex vicepresidente de Repsol; Pablo Crespo Sabaris, ex secretario de organización del PP gallego y antes director general de Caixa Galicia; el abogado Luis de Miguel Pérez, fundador de Orange Market, concesionaria en Valencia de Special Events y experto asesor fiscal, y José Luis Izquierdo López.

Special Events es buen ejemplo de cómo funcionaba la red de Correa y del laberinto que había creado para hacer opaco su patrimonio. Los organigramas realizados por la UDEF revelan que como «máximo accionista» de esta firma figura Windrate Limited, una sociedad fantasma cuyo propietario es, a su vez, otra empresa, Willow Investiment, con sede en la Islas de las Nieves, una ex colonia británica situada entre Puerto Rico y Trinidad y Tobago que en 1983 se independizó y convirtió el lavado de dinero en una de sus principales industrias.

El embrollo diseñado para volver loco a cualquier inspector de Hacienda no termina ahí. El 'director' de Windrate Limited no es una persona. Es una empresa, Grosvenor Administration Limited, que, a su vez, pertenece a otras dos sociedades, Blandex Finance y Olinda Investiment, radicadas en las Islas Vírgenes Británicas. Los 'hombres de paja' de Correa en este embrollo fueron Izquierdo y Victoria Romero, también imputados, que constituyeron la empresa hace 15 años junto a la mujer del jefe, Carmen Rodríguez.

Inversiones Kintamani, la más importantes de las sociedades investigadas, es otro paradigma de cómo fue creciendo la bola de nieve del blanqueo. La empresa, creada con el objeto social de la compraventa de inmuebles, nació en 1996 con un capital de apenas 90.000 euros. En poco más de diez años multiplicó por 60 sus fondos hasta llegar a los 5,4 millones.

Las inyecciones de dinero vinieron primero desde Holanda y luego desde otra empresa perteneciente a Izquierdo con sede en la capital de la Isla de las Nieves, Charlestown. Ese paraíso también es el domicilio de Midcourt Limited, de Luis de Miguel Pérez, que es propietaria de Welldone.

En las dos últimas empresas investigadas por Garzón aparece en papel protagonista Blanco Balín. Es el propietario de Osiris Patrimonial, la empresa con la que Correa compró una finca de más 4.000 metros cuadrados en Ibiza y que cuenta con un capital social superior a los cinco millones después de continuas inyecciones económicas de origen todavía desconocido.

El ex presidente de Repsol se hizo con el control en septiembre del 2007 de varias empresas de Correa a través de Hator Consulting, otra de las firmas investigadas. Su nombre ya había salido a relucir hace un año vinculado a otro paraíso fiscal, Liechtenstein, en la investigación del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz sobre 200 particulares, sociedades y empresas españolas que habrían evadido capitales.

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