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José Rolando Álvarez, en su despacho de la Cámara de Comercio e Industria. / HENAR SASTRE
«Valladolid debe apostar por su industria ferroviaria potente, asentada e histórica»
JOSÉ ROLANDO | PRESIDENTE CÁMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA

«Valladolid debe apostar por su industria ferroviaria potente, asentada e histórica»

El presidente de la Cámara piensa que los talleres de Renfe deben asumir el mantenimiento de toda la alta velocidad del noroeste de España

NIEVES CABALLERO

Viernes, 19 de diciembre 2008, 10:51

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Convencido de que la automoción, soporte de la economía vallisoletana desde los años sesenta del siglo XX a nuestros días, «tiene más pasado que futuro», José Rolando Álvarez considera que la ciudad debe comenzar a pensar en cambiar de modelo y apostar por la industria ferroviaria -«potente, asentada e histórica»- para que los talleres de Renfe asuman el mantenimiento de toda la alta velocidad del noroeste de España.

-¿Un año después cómo ha repercutido la llegada del Ave ?

-Ha sido un cambio histórico para la ciudad, aunque es muy pronto para hacer una valoración. Tienen que pasar años, diría que casi una generación, para que conozcamos realmente la repercusión. En este brevísimo periodo de tiempo lo primero que ha significado para Valladolid es optimismo y, por otra parte, acercarnos a uno de nuestros mejores mercados que es Madrid. Es una gran infraestructura y creo que ahora debemos de impulsar el soterramiento, que supone un cambio mayor.

-El tercer acontecimiento histórico detrás de la llegada del ferrocarril y la apertura de Fasa, ¿qué debe significar para los vallisoletanos?

-Esa infraestructura nos debe mover a los vallisoletanos porque en sí misma no cambia nuestras vidas. Lo que cambia nuestra vida es lo que seamos capaces de construir juntos. Por lo tanto, esta infraestructura viene a facilitarnos el cambio, que ahora debemos liderar esta generación para que Valladolid sea una de las grandes ciudades de España.

-¿Eso significa que es necesario que haya un cambio de mentalidad en los vallisoletanos?

-Así es. Creo que los vallisoletanos necesitamos más infraestructuras, pero el Ave es importantísima. Nos debe ayudar a reflexionar sobre nuestro futuro para saber cuáles son esos grandes consensos sociales, políticos y económicos que debemos de construir en estos difíciles tiempos para visualizar un horizonte de quince o veinte años, que será cuando de verdad se haga el balance del Ave.

-La llegada del Ave ha coincidido con el primer año de crisis. Ha aumentado el número de viajeros, de los que se han beneficiado la restauración, pero no los hoteles.

-Eso es normal. En el momento en que facilitas la movilidad, las personas generan más actividad en ambas direcciones. Evidentemente, este año ha venido muchas más gente de Madrid, nuestro mercado natural más cercano, pero también necesitan dormir menos en Valladolid porque tienen más fácil la vuelta. Por lo tanto, tienen sentido esos datos.

-¿Qué se podría hacer para que el empresario no se vaya?

-Es imposible ponerle puertas al campo. Debemos entender que tenemos que generar un modelo de actividad económica sostenible y que, de alguna manera, aproveche estas circunstancias. No creo que sea malo que la gente venga y se pueda ir en el día. Tal vez bajen las pernoctaciones a corto plazo, pero va a aumentar la actividad económica en Valladolid. Va a generar que más empresas madrileñas piensen que Valladolid puede ser una buena alternativa para situar su área de expansión. Tener el Ave puede ser un buen motivo para localizar nuevas empresas en o para que las multinacionales puedan abrir una delegación o un centro de trabajo en Valladolid.

-¿La Cámara ha detectado algún movimiento en ese sentido?

-Eso se va a producir, pero es muy pronto. Ha empezado a funcionar una nueva infraestructura que, si hacemos los cambios necesarios, podremos aprovechar mucho en el futuro. Esta infraestructura va a permitir que se instalen empresas en Valladolid que antes, por las dificultades de ir y venir, no se instalarían. Una infraestructura no cambia una ciudad lo que cambia la ciudad son las personas y las instituciones.

-En ese sentido, ¿qué aconseja el presidente de la Cámara de Comercio e Industria para cambiar la mentalidad de la sociedad?

-El vallisoletano medio es una persona muy culta, muy trabajadora, austera y encaminado al siglo XXI. Tal vez lo que haría falta sería orientar mejor la Universidad hacia el empleo, que nuestros estudiantes entiendan que la competencia del futuro va a ser durísima y es muy importante contar con gente muy bien preparada. El futuro es del conocimiento, de la inteligencia y de la formación. Nos debemos dar cuenta de que nuestro modelo industrial tiene más pasado que futuro, por lo tanto debemos hacer ese esfuerzo colectivo hacia el conocimiento y la formación.

-¿Considera que el comercio no ha sabido aprovecharse del Ave?

-El comercio está sufriendo la caída radical del consumo de las familias, como todos en estos momentos. Es natural que tenga que hacer esfuerzos adicionales para mantener su cifra de ventas y evitar que caigan más de lo soportable. Con las aperturas futuras, que convertirán la ciudad en el gran centro regional del comercio, va a pasar momentos duros porque va a aumentar la competencia, pero creo que el comerciante tradicional entiende que estamos en un momento de cambio y que tiene que invertir en formación, nuevas tecnologías y redes de distribución. Están pasándolo mal, pero creo que en los próximos años veremos un comercio minorista totalmente transformado. Y para eso son muy importantes...

-¿...los horarios?

-Deben tener un margen suficiente para que aprovechen de verdad todo el potencial de los nuevos visitantes. Pero también es muy importante que se planifique la ciudad de otra manera, que se piense en un transporte público que no expulse la actividad económica del centro. Hoy nadie va al centro a comprar porque no se puede aparcar.

-¿Está pensando en el tranvía?

-Estoy pensando en un transporte público eficiente. No sé si es el tranvía, el metro ligero, un autobús mejorado con plataforma dedicada porque si no la velocidad comercial es muy baja. El que tenemos ahora no es eficiente porque cada vez más vallisoletanos viven fuera de Valladolid, pero trabajan dentro.

-¿Renault es un animal herido de muerte? ¿Es el momento de plantear otra actividad industrial?

-Cuando los grandes gigantes del automóvil están a punto de quebrar, preguntarnos qué va a pasar con Renault en Valladolid es no ver la amenaza global de esta industria. Renault lo ha sido todo en Valladolid y creo que debe de escuchar la voz unánime de todos los vallisoletanos porque estas plantas han sido históricamente de las más rentables. Pero, una vez dicho eso, no ignoremos como sociedad que determinados modelos industriales tienen más pasado que futuro. Hemos de cambiar el modelo industrial del futuro. ¿Qué vamos a hacer en el año 2030?

-¿En qué sentido el Ave debe ayudar a convertir Valladolid en la ciudad más importante del Noroeste?

-Valladolid va a vertebrar la alta velocidad del Noroeste de España, pero además debe de defender la industria ferroviaria. Toda la industria de la alta velocidad del Noroeste de España debe ser sostenida y soportada desde Valladolid. Es la única ciudad del Noroeste de España con una industria ferroviaria potente, asentada, histórica, que da soporte a cientos y cientos de pymes. Creo que Valladolid no es consciente de la necesidad que tenemos de defender nuestra industria ferroviaria. Es muy importante que los nuevos talleres de Renfe sean modernos y avanzados desde el punto de vista tecnológico porque ya cuenta con trabajadores cualificados.

-Como usuario del Ave, ¿qué mejoraría?

-Tiene que ser como un gran puente aéreo entre Valladolid y Madrid, en el que permanentemente estén circulando algún tipo de convoy. El tren es un servicio público, además de facilitar los desplazamientos, hará más eficiente la ciudad en su conjunto. Valladolid se merece más frecuencias y mejores precios.

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