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Vista general de la iglesia parroquial de San Esteban Protomártir, del siglo XIII. / J. FERNÁNDEZ
Riqueza natural por sus cuatro costados
VALLADOLID

Riqueza natural por sus cuatro costados

El retablo de la iglesia de San Esteban es uno de los reclamos de la villa, enclavada en el valle del Esgueva

JAVIER FERNÁNDEZ

Sábado, 29 de noviembre 2008, 02:34

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Al igual que el resto de poblaciones situadas en el valle del Esgueva, el término de Amusquillo ha estado ocupado en las distintas etapas de la prehistoria, aunque con la llegada de los pueblos indoeuropeos, desde el siglo X a.C., es cuando la presencia de personas en la zona se hace más intensa como pone de manifiesto la aparición en la actualidad de restos de murallas, objetos y cerámicas. En el paraje denominado como Los Cascajares se localizó un brazalete de la Edad del Bronce.

Conocida como Famuscum en el siglo XII, la localidad de Amusquillo parece tener su origen en el color amusco de su tierra y destaca por sus casas empedradas y de adobe. En el siglo XVIII, la villa era posesión del Vizconde Valoria y como representación de tal jurisdicción poseía un rollo remontado por un gallo de hierro forjado y adornado con los escudos de armas de la mencionada e importante personalidad.

Enclavado en un entorno natural privilegiado rico en recursos hídricos, de extensas masas arbóreas y rodeado de campos de cultivo donde trabajan buena parte de sus habitantes, el municipio rebosa de flora y fauna por sus cuatro costados debido a un hábitat adecuado para el asentamiento de numerosas especies.

Más allá del disfrute paisajístico, entre las reliquias patrimoniales de Amusquillo se encuentra la iglesia parroquial de San Esteban Protomártir. Un edificio del siglo XIII con una sola nave dividida en dos tramos, que se cubre con bóveda de arista con yeserías en la nave central y con crucería en la cabecera, que se abre a la nave en arco triunfal apuntado.

En cuanto al retablo mayor plateresco, de principios del siglo XVI y restaurado en los últimos años, se trata de una arquitectura tallada en madera, policromada en blanco y dorado. Mientras que la torre de piedra es de un solo cuerpo en la cabecera, la puerta, en arco de medio punto, se abre en el lado de la Epístola. Con el coro alto a los pies, la tradición de que el templo se levantó sobre los restos de una fortaleza sugiere, en su época, una pronta reconquista por parte de las tropas cristianas.

Con respecto a las fiestas locales, de entre todas ellas sobresale la de San Isidro Labrador, el 15 de junio, si bien los vecinos y visitantes pueden disfrutar de otras dos fechas clave en el calendario como son el 12 de noviembre en honor a San Millán y el 26 de diciembre por San Esteban.

La semana cultural coincide con la tercera semana del mes de agosto y están programadas conferencias y distintos actos como concursos y degustaciones gastronómicas, actividades infantiles como un concurso de pintura y se organizan excursiones a Santander o a distintos puntos turísticos.

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