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S. E.
Martes, 29 de abril 2008, 02:11
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El acuerdo alcanzado entre PP y PSOE contempla que las nuevas exclusividades dependan de las Cortes a efectos de nómina. La cuestión no es trivial, porque el dinero puede ser una maquiavélica arma política. El Parlamento aumentó en la legislatura pasada la asignación económica a los grupos. El PSOE 'liberó' con ese dinero a cuatro procuradores a tiempo completo y a uno a tiempo parcial. En febrero del 2006 hubo un encontronazo entre PP y PSOE y en las Cortes, con mayoría popular, se cerró el grifo de esas asignaciones. El procurador socialista Ignacio Robles tuvo que volver al instituto, el PSOE se vio obligado a despedir a dos trabajadores, a los otros liberados se les redujo la nómina y se barajó incluso que los de fuera de Valladolid pagaran de su bolsillo el hotel los días de pleno. Si la 'empresa' de los liberados del PSOE hubiera sido directamente las Cortes, habría resultado más difícil un recorte de gastos que se recondujo meses después.
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