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Necrópolis de las ruedas de Pintia. / R. R.
Cuna de civilizaciones a orillas del Duero
VALLADOLID

Cuna de civilizaciones a orillas del Duero

El yacimiento arqueológico de Pintia permite a los investigadores conocer la vida del siglo V antes de Cristo

REBECA RUANO

Sábado, 5 de abril 2008, 02:11

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Un día cualquiera de hace miles de millones de años en lo que hoy se conoce como Padilla de Duero hombres de la alta jerarquía de una ancestral sociedad brindaron con el vino elaborado a partir de uva tinta de la tierra. En esos tiempos esta localidad ribereña era sólo parte de un gran conjunto urbano al que se bautizó con el nombre de Pintia. Las raíces y señas de identidad que forjaron aquellos antiguos pobladores aún permanecen y han trazado el presente y futuro de Padilla y, en general, de todo el ámbito comarca.

Pero la historia fluye todavía con ansia de las entrañas de Padilla de Duero, el punto de partida, el lugar donde comenzó todo cuando la Ribera del Duero era sólo el boceto de un proyecto futuro. Cuna de buen vino, de exquisita gastronomía y gentes de gran corazón, no hay duda de que su bien más valioso es el yacimiento arqueológico de Pintia, una ciudad enterrada a orillas del Duero que ha dejado constancia de que en estas tierras latieron muchos corazones, que una populosa población vaccea dejó entre los siglos V y I antes de Cristo profunda huella en esta localidad. Los vecinos conviven, sobre todo en verano, con los investigadores y arqueólogos del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, empeñados en desenterrar el pasado, de sacar a la luz lo que duerme bajo pesados mantos de tierra y explicar el por qué y cómo se ha llegado hasta aquí. Ellos se han ganado el respeto de los lugareños, algunos de los cuales no dudan en aportar su granito de arena durante la campaña de excavaciones y han forjado una asociación que trata de velar porque lo conseguido no se pierda. Es la Asociación Cultural Pintia.

El yacimiento arqueológico comprende la Necrópolis de las Ruedas, donde en temporada de excavaciones se han desenterrado ajuares funerarios de gran valor histórico, y el Poblado de las Quintanas, declarado Bien de Interés Cultural. Puede visitarse durante la estación estival, cuando, en dos ocasiones, se celebran unas jornadas de recreación histórica. De época más reciente son otros bienes monumentales como la Iglesia Parroquial de Santa María, edificio construido en el siglo XVI que presenta reformas posteriores. Frente a la iglesia se sitúa el museo dedicado a Pintia. De las representaciones sacras que existieron en el pasado se conserva una ermita dedicada al Cristo de la Vega construida en piedra antes del siglo XVI. Más recientes son otros edificios, los de las grandes bodegas de la Ribera del Duero que se han establecido en Padilla, dinamizando la vida de la localidad. El futuro se antoja próspero en este rincón a orillas del Duero en el que siempre habrá una mano amiga dispuesta a guiar al visitante en el paseo por la localidad.

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