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Fiorella Faltoyano. / EFE
Razón, fe y patología
CRÍTICA DE TEATRO

Razón, fe y patología

FERNANDO HERRERO

Lunes, 21 de enero 2008, 01:55

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VUELVE a las escenas españolas esta obra de éxito en su tiempo en cine y teatro. Una dialéctica, sencilla en apariencia, que resulta más compleja de lo que parece, es la planteada entre la razón y la fe desde un suceso extraño y trágico, como lo es que una novicia mate al hijo que acaba de nacer.

Por una parte la patología de este personaje, por otro la sabiduría de la Madre Superiora y su confrontación con una psiquiatra. La obra es habilidosa y sencilla en su estructura, la mayoría de las escenas son de dos personajes, y un monólogo de la doctora sirve para cubrir huecos. Huye de todo efectismo y es el diálogo lo predominante. Tal vez esté un poco pasada pero sigue manteniendo el interés en este 'tour de force' de tres actrices que ha sido fundamental para el éxito de 'Agnes de Dios'.

Fernando Méndez-Leite ha dirigido con sobriedad buscando precisamente que a través de las palabras y algunos sencillos gestos llegue al público la verdadera razón de ser del texto. La escenografía de Artiñano es igualmente sobria pero elegante, con un fondo luminoso que cambia según las circunstancias. La primera escena está muy bien resuelta con ese grito que pone en marcha todo el proceso. En un buen nivel actoral destacó Fiorella Faltoyano que supo proyectar la voz magníficamente, la joven Ruth Salas tuvo momentos, los más dramáticos de la función, de calidad. Cristina Higueras compuso bien su papel pero tuvo problemas de vocalización que en un espacio amplio como el del Calderón se hacen notar en demasía. Un buen éxito para todos.

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