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Elías Martín / SUSANA. M. MADRID
«La constancia es el mejor secreto para mantener un negocio»
ELÍAS MARTÍN MARTÍN RESTAURADOREN TRES MINUTOS

«La constancia es el mejor secreto para mantener un negocio»

I. REGUILÓN

Miércoles, 26 de diciembre 2007, 12:15

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Elías Martín, natural de San Pedro de Zamudia, estudió Hostelería en Suiza, donde trabajó después durante diez años para establecerse a continuación en Lasarte, Vizcaya hasta que la suerte le permitió vender su establecimiento y volver a su tierra. Hoy regenta con su esposa el Restaurante El Empalme, en la localidad zamorana de Rionegro del Puente, donde cosecha importantes triunfos con su gastronomía.

-¿Cuál es el secreto para mantener arriba un establecimiento hostelero?

-No existe ningún secreto pero yo creo que lo que hace falta es la constancia. Está claro que hay que ser responsable, tener tacto y, como decía una de mis profesoras, ofrecer una novedad cuando abres y tener habilidad para conseguir que la gente regrese a tu establecimiento. Es necesario que al menos de cada cien clientes, vuelvan veinte.

-¿Qué tipo de público llega a un establecimiento de la Carballeda?

-De todo, desde los pastores de la zona a turistas, incluso a algún ministro o al médico del pueblo.

-¿En qué basa usted su negocio, en la buena cocina, precio barato, o en la atención al público?

-Nuestro triunfo es la sencillez y tratar a todo el mundo por igual, a ricos que pobres y también es importante ser discreto.

-¿Ayuda al negocio la zona en la que están o sería más fácil en otro lugar?

-Yo digo que en Madrid trabajaría mejor, pero te cito a mi profesora de nuevo, decía que si eres buen cocinero da igual donde montes el negocio porque la gente irá a buscarte, si eres malo tendrás que poner el negocio a la puerta del lobo para que entren. Es necesario atraer a la gente. A nosotros nos han sacrificado con las setas pero sabemos hacer más cosas. Cuando vinimos la gente solo comía cucurriles y les hemos ido enseñando otras. Ahora es a mí al que me da miedo porque se van al monte y cogen de todo, incluso las malas.

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