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El rector de la UVA, los presidentes de Cecale y CES, y el edil de Infraestructuras, entre el público. / G. V.
Las universidades proponen a la empresa familiar pactar capitulaciones matrimoniales
CASTILLA Y LEÓN

Las universidades proponen a la empresa familiar pactar capitulaciones matrimoniales

Un estudio aconseja a los propietarios de las compañías que garanticen la continuidad del negocio a través de los testamentos y de la separación de bienes Pide a la Junta que proteja las firmas ya existentes y corrija los desequilibrios territoriales

LILIANA MARTÍNEZ COLODRÓN

Martes, 11 de diciembre 2007, 01:11

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Con buena salud, capaz de superar las crisis económicas y en un proceso de cambio generacional en el que se juega su futuro y supervivencia. En este punto de inflexión se encuentran actualmente la mayor parte de las empresas familiares de la comunidad, según las conclusiones del proyecto de investigación 'Presente y futuro de la empresa familiar en Castilla y León'. Este estudio ha sido promovido por la Asociación de Empresa Familiar de Castilla y León con la colaboración de la Junta de Castilla y León a través de la ADE y realizado bajo la coordinación de la Asociación de Empresa Familiar de Castilla y León por las cuatro cátedras de empresa familiar de las Universidades de León, Salamanca, Valladolid y Burgos.

Pero para mantener esta buena salud, las empresas familiares deben proteger la sucesión promoviendo una gestión profesionalizada, preservando a la empresa de conflictos entre los herederos, pactando las capitulaciones matrimoniales adecuadas acogiendo el sistema de separación de bienes, y realizando un adecuado proceso de selección para la designación del sucesor con asesoramiento externo. Todo ello para garantizar la continuidad y el reto de alcanzar la tercera generación «y conseguir así lo que llamamos ser invencible», argumenta Carlos Tejedor Lázaro, presidente de Empresa Familiar de Castilla y León. «Los aspectos de las estipulaciones y capitulaciones matrimoniales y testamentarios son muy importantes para cumplir el reto de alcanzar la tercera generación», incidió Tejedor, que comentó que el 54,55%de las compañías familiares de la región están actualmente dirigidas por la segunda generación de propietarios.

Reducir la burocracia

Tejedor, que destacó el carácter pionero del informe a nivel nacional y regional, recomendó además la necesidad de reducir los trámites administrativos y burocráticos de estas empresas y sugirió la potenciación de la participación de las universidades en los aspectos de I+D+i.

Entre las recomendaciones del estudio, el presidente de Empresa Familiar de Castilla y León pidió a la Junta que incremente y mejore la Formación Profesional, que facilite el aprendizaje del inglés para poder internacionalizar las empresas, que se reduzcan los costes del despido y que se fomente la igualdad del hombre y la mujer en los puestos de trabajo. A pesar de que Tejedor destacó la actitud «muy proactiva e innovadora» de la Administración regional respecto a las medidas políticas para fomentar la competitividad, la exportación o los incentivos fiscales -que han conseguido reducir la mortandad en el paso de primera a segunda generación-; pidió a la Junta que «vaya más allá» no sólo impulsando la creación de empresas sino «protegiendo las que ya existen». «Aunque se está en el camino correcto», el informe apunta que es necesario corregir, mediante medidas políticas muy concretas, los desequilibrios territoriales existentes en la comunidad «para dotar a la comunidad de una mayor fuerza competitiva y de una mayor cohesión empresarial.

Este informe, que ha analizado 150 empresas familiares de la región, fue presentado en la tarde de ayer en el Museo Patio Herreriano. Margarita Poveda, directora de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Burgos, fue la encargada de desvelar las claves de estudio esbozando un perfil tipo de la empresa familiar de Castilla y León. Según el estudio, se trataría de una compañía con una antigüedad de entre 20 y 60 años, con un capital cien por cien familiar, con una pequeña plantilla ( de entre 1 y 50 empelados), con forma de sociedad anónima y cuya dirección, que está ya en la segunda generación, cuenta entre 1 y 5 accionistas.

Esta presentación fue secundada, entre otras autoridades, por el consejero de Economía, Tomás Villanueva, que auguró un futuro prometedor para estas empresas y abogó por apoyar la profesionalidad de sus equipos directivos.

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