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Muratovic se dispone a lanzar ante la defensa del Teka Cantabria, en un partido anterior. / MIGUEL Á. SANTOS
Reacción y coraje tras el descanso. «Hemos echado en falta a Asier», afirma Juan Carlos Pastor
BM VALLADOLID

Reacción y coraje tras el descanso. «Hemos echado en falta a Asier», afirma Juan Carlos Pastor

MIGUEL A. PINDADO M. A. P.

Jueves, 22 de noviembre 2007, 01:26

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Nada menos que 45 minutos tardó el BM Valladolid en poner las cosas en su sitio ante uno de los colistas de la Liga Asobal. Hasta ese momento, el Teka Cantabria, con corazón, con Ben Amor, con Óscar Río y los otros catorce jugadores de su plantilla, pusieron contra las cuerdas al BM Valladolid e incluso tuvieron la osadía de colocarse por delante al comienzo de la segunda mitad.

Demasiadas concesiones ante un rival que llegaba a Huerta del Rey únicamente con la esperanza remota de sorprender y que a punto estuvo de dar la campanada de la jornada.

Y es que a los méritos de la plantilla cántabra habría que sumar los deméritos del conjunto de Juan Carlos Pastor, demasiado alocado cuando no es preciso, demasiado permisivo cuando debe afianzarse en defensa y sobre todo demasiado protestón cuando pintaban bastos.

El examen de la ausencia de Asier Antonio fue suspendido por sus compañeros. La defensa estuvo blanda y los cántabros aprovecharon los agujeros para ir pasito a pasito detrás del BM Valladolid, acurrucado en el marcador pero pegado a los morados y dispuesto a saltar a por algún punto en cuanto tuviese oportunidad. Afortunadamente la calidad individual de los de Pastor acabó imponiendo la lógica, pero desde luego fue demasiado sufrimiento para dos puntos.

Y eso que de salida, el BM Valladolid, con una defensa 5-1 y Raúl de avanzado, jugaba con soltura, atacaba con fluidez continuando el balón hasta los extremos con Zile y Ávila como estiletes infalibles. Quizás la defensa estaba algo más floja, pero todo era cuestión de un par de buenas acciones para comenzar a romper el partido.

Pero llegó el ecuador de la primera mitad y con él las consabidas rotaciones. Apareció Perales al mando de las operaciones mientras que en defensa era Miguel Velasco, casi inédito toda la temporada, el que actuaba como avanzado. La defensa comenzó a funcionar mejor con el joven canterano ya que conoce el sistema y las ayudas a sus compañeros, pero en ataque las cosas no pintaban tan bien. Perales salió una vez más revolucionado, como si quisiese conseguir dos o tres goles en cada ataque, y el equipo se contagió del ritmo vertiginoso y sin sentido del central. Jugadores amontonados, pases a ningún sitio, errores en la elección del lanzamiento. Todo un repertorio de lo que no se debía hacer, salpicado con alguna acción de dos para dos con Muratovic. Incluso se desperdiciaron las superioridades en aras de una velocidad innecesaria ante un rival al que se le podía jugar con más tranquilidad y asegurando los mejores lanzamientos. A todo ello se unieron algunas decisiones arbitrales que exasperaron al público y a los jugadores morados, quizás más picados en su amor propio y en su incapacidad para aumentar el marcador. Y la consecuencia fue que Velasco, que lo había hecho bastante bien, se fue al banquillo mientras Perales, bastante desafortunado, seguía en cancha.

Por contra, los del Teka demostraron su buen oficio y veteranía. Apuraban sus ataques hasta el límite del pasivo y forzaban faltas que desesperaban a los locales.

Así, en los quince minutos que faltaban para el descanso, los de Pastor solamente consiguieron que el Teka se metiese de lleno en el partido. Para colmo, a falta de doce segundos, el técnico cántabro pidió un tiempo muerto para ensayar una última jugada y encima les salió bien. Polakovic anotó el empate casi sobre la bocina.

Necesaria reacción

No pintaba nada bien para el BM Valladolid. El juego de los primeros quince minutos había quedado en el olvido. La defensa no acababa de funcionar y Sierra había pasado prácticamente desapercibido. Solamente se salvaban los extremos, con un Zile infalible y un Ávila derrochando fuerza en defensa y veteranía en cada lanzamiento. Muratovic pronto empezó a apagarse y en el lado derecho ni Salva ni Víctor aportaban lo necesario.

Ante este panorama, Pastor decidió bajar a la defensa 6-0 con Víctor, Salva, Prieto y Ávila en el centro para intentar frenar desde atrás al Teka. También se quedó Perales en el banquillo, dejando a Raúl Entrerríos la responsabilidad del ataque.

Le costó al BM Valladolid coger el sitio. Ahora sí que la ansiedad podía con los jugadores locales. Faltas en ataque, superioridades perdidas y un par de acciones de Oliva permitieron a los cántabros ponerse por delante (16-17) y meter el miedo en el cuerpo (24-24, min. 44). Pero solo fue un espejismo. Poco a poco, los de Pastor se asentaron en la cancha y tomaron confianza en sí mismos. Lorger empezó a parar y catapultó definitivamente a los de Pastor en el ecuador de la segunda parte. Con tranquilidad, sin atolondramiento, el BM Valladolid empezó a distanciarse en el marcador y ya fue definitivo.

Un esfuerzo enorme a cuatro días de la vuelta de la Recopa. Pero al fin y al cabo se lograron dos puntos vitales, sobre todo después de la sorprendente derrota del Ademar León en la cancha del Arrate.El técnico no estaba satisfecho del juego de su equipo, pero intentó solventarlo con la ausencia de Asier, «hemos notado mucho la falta de Asier en el centro de la defensa, porque da una seguridad a todos sus compañeros. Sin él, la gente intenta tapar al de al lado y se provocan los errores. Velasco lo ha hecho muy bien de avanzado; los errores venían de atrás».

Por otro lado, Juan Carlos Pastor también comentó que «nos metemos en el tema del arbitraje y así nos descentramos y no vamos a ningún sitio. Estamos más pendientes de lo que pitan o dejan de pitar que de jugar nuestro balonmano», se quejaba el técnico.

Con todo, el técnico reconoció que no se jugó bien, «hemos ensayado los cruces, otras jugadas, el pivote... pero nada, no se ha hecho nada».

Respecto a Perales y su alocado juego, el técnico afirmó que «tenemos que dar relevo a Raúl y llegará a ser un gran jugador».

Por último, el técnico aseguró que nunca temió por la victoria y que el equipo se recuperará si problemas para la Recopa.

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