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Muratovic (siete goles) intenta aprovechar un rebote en el área pero pisa antes de lanzar el balón, en presencia de Borges y Krivokapic y con Pablo Hernández dispuesto a detener el lanzamiento. / MIGUEL Á. SANTOS
Reenganchados a la Liga
BM VALLADOLID

Reenganchados a la Liga

Una excelente defensa y el acierto en los momentos decisivos da la victoria al BM Valladolid en un partido bronco ante el CAI Aragón

MIGUEL A. PINDADO

Domingo, 11 de noviembre 2007, 19:21

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La celebración de los 500 partidos en la Liga Asobal fue perfecta. El BM Valladolid se reencontró con momentos de buen juego, con la pizarra tan necesaria sobre el terreno de juego a la hora de atacar la defensa rival y se impuso al CAi Aragón en un partido igualado que supone a los de Pastor reengancharse a la cabeza de la clasificación.

La mayor eficacia del BM Valladolid y la tranquilidad a la hora de afrontar los momentos decisivos y complicados del partido evitó primero que los aragoneses se pusieran por delante en la segunda mitad y después les permitió tomar un colchón de dos y tres goles que ya fue insalvable. El CAI, incapaz para traspasar la defensa local, perdió los nervios y llevó el partido a las trifulcas y enfrentamientos entre jugadores. Los de Pastor no entraron al trapo y supieron mantener la serenidad y, lo que es más importante, su ventaja en el marcador para conseguir una gran victoria.

De salida, Perales fue la gran sorpresa de la jornada. Desde la posición de central salió con la lección bien aprendida, con la obligación de tirar de pizarra, de las jugadas que se ensayan una y otra vez en los entrenamientos, de lo que se debe y se tiene que hacer y el equipo funcionó como un reloj. Muratovic, enchufado desde el primer minuto, se convertía en un estilete aprovechando los cruces con sus compañeros de la primera línea y los bloqueos de Prieto. Sin duda fueron los mejores minutos del BM Valladolid en ataque, con variedad y eficacia de todos y cada uno de los jugadores sobre la cancha.

En defensa, Ávila y Asier se multiplicaban para intentar frenar a los aragoneses, que solo encontraban en Krivokapic la llave para abrir la portería de Sierra.

Kosovac se vio obligado a pedir un tiempo muerto (10-7, min. 18) para poner un poco de orden en su equipo, y quizás lo encontró más por la necesidad de las rotaciones de los de Pastor que por sus propios méritos. Con la salida a cancha de Raúl Entrerríos el equipo perdió velocidad en las acciones de ataque, el balón se movía con cuentagotas y Vatne y Arrhenius imponían su ley en el área aragonesa. Además, el BM Valladolid perdía esa confianza de los primeros minutos y las jugadas no se decidían con igual acierto. El CAI empató (11-11, min. 24), pero la exclusión de Vatne en los instantes finales de la primera mitad dio un balón de oxígeno a los locales (15-13).

Emoción y trifulcas

La segunda mitad se inició de forma similar a la primera pero en el minuto 36 se produjo la lesión del central Doder en el conjunto aragonés y el partido comenzó a ponerse bronco. Zaky tomó las riendas de su equipo y a la defensa local le costó adaptarse el egipcio. Además, el CAI explotó durante unos minutos el contragolpe propiciado por el exceso de confianza de los locales y sobre todo por el olvido de la pizarra. Del 19-15 para los de casa se pasó en apenas dos minutos a un peligroso 20-19 (min. 39). Eran momentos delicados, donde podía decidirse el partido. Para colmo, Prieto y Víctor fueron excluidos en menos de un minuto y el BM Valladolid se quedaba con 4 jugadores de campo por 5 de los aragoneses.

En ese momento surgió el genio de Sierra y de sus compañeros. Aguantaron como leones, defendiendo con uñas y dientes la portería. Quizás ahí estuvo la clave del partido, en esos momentos de neta debilidad local que no fue aprovechada por un CAI en el que Zaky empezaba a dar muestras de perder los papeles.

Con todo, el CAI logró empatar el partido poco después (22-22, min. 46), pero estaba claro que estaba quemando sus naves.

Raúl Entrerríos, hasta entonces apagado y sin sitio, tomó la responsabilidad cuando el equipo peor lo estaba pasando y catapultó a su equipo con goles decisivos y cruciales que colocaron una cómodo ventaja en el marcador (26-23, min. 50). A partir de ahí, los aragoneses optaron por la trifulca, el enfrentamientos y las tánganas. No era el camino desde luego para intentar la remontada. Rentero, exquisito desde los siete metros y desde el extremo, sufrió las consecuencias. Zaky fue expulsado por una acción antideportiva y el partido se acabó para el CAI.

El BM Valladolid vuelve a estar entre los primeros, en su sitio.

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