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El zaguero vallisoletano Perico Martín sortea a Eulate, delantero del Ordizia, y se lanza hacia el primer ensayo, tras una sensacional carrera en la que dejó atrás a todos sus rivales con gran facilidad / G. VILLAMIL
La ley del mínimo esfuerzo
CENTRANSA

La ley del mínimo esfuerzo

El CIC VRAC se confirma como la gran alternativa al título de campeón tras vencer al Ordizia pese a ofrecer un juego mediocre

ALFREDO J. GÓMEZ

Lunes, 22 de octubre 2007, 02:16

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Tercer partido y tercera victoria. Sin convencer con su juego, más bien aburriendo a su fiel afición, el CIC VRAC aplicó la ley del mínimo esfuerzo para sumar cinco puntos, cuatro por ganar más el bonus extra por anotar más de tres ensayos, y confirmarse como la gran alternativa al título de campeón y al dominio de eterno rival vallisoletano. Cuatro 'chispazos' de jugadores con una indudable calidad bastaron al equipo de Miguel Velasco para doblegar a un Ordizia demasiado inocente y que perdonó hasta siete opciones de ensayo por sus reiterados errores.

El benévolo calendario está ayudando al CIC VRAC a crecer, a instalarse entre los grandes sin apenas despeinarse. El mejor paradigma del estado del equipo es el ex 'puma' Juan Martín Berberián, que pasó desapercibido durante 75 minutos y de repente apareció para recorrer todo el campo zancada a zancada y lograr el ensayo que otorgaba el bonus a su equipo.

Todo comenzó de cara para el CIC, al que le bastó la primera genialidad de Perico para lograr la primera anotación. El zaguero vallisoletano, en un estado de forma extraordinario, se lanzó como es habitual a una vertiginosa carrera de obstáculos, sorteó a todos ellos y logró un gran ensayo entre la clamorosa ovación del público, que le reconoce como su gran ídolo.

Guindilla despertadora

A partir de ese momento, el CIC aburrió con su juego, dejó que el Ordizia incluso se pusiera por delante y necesitó esa guindilla en los cuartos traseros para despertar de la siesta y llegar nuevamente con ventaja al descanso.

En la segunda mitad, más de lo mismo, dominio del juego por parte del Ordizia y puntos para el equipo vallisoletano. Cuando peor jugaba, cuando se quedó en inferioridad numérica tras la expulsión de Francia, con apenas cuatro minutos para el final, las genialidades y garra de Lanfranconi, Perico y el gran Dani Baeza llevaron al equipo hacia adelante. Hasta el apático Berberián maquilló su pobre actuación.

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