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Lateral de la iglesia de San Miguel Arcángel. / Á. CAPELLÁN
Sosiego y tranquilidad en una aldea castellana
VALLADOLID

Sosiego y tranquilidad en una aldea castellana

Ubicada en una llanura de Tierra de Pinares, Aldea de San Miguel posee el único humedal de la comarca

ÁNGEL CAPELLÁN

Sábado, 20 de octubre 2007, 02:53

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A 25 kilómetros de la capital y a 3 kilómetros escasos de Portillo en dirección a Mojados, en pleno oasis de la zona de Tierra de Pinares, se encuentra la localidad de Aldea de San Miguel. Los primeros datos históricos que hacen referencia a la villa como integrante de las 18 aldeas vinculadas a Portillo, datan del año 939, según informes recogidos sobre una narración musulmana de la campaña de Abderramán III contra la actual Simancas. El relato narra cómo un numeroso ejército que partió de Córdoba, pasó por Toledo, Puerto de Tablada, Coca, Íscar y Alcazarén, atravesando el río Cega, arrasó Portillo y sus aldeas, destruyendo cosechas, trastocando mojones y borrando sus vestigios el día 2 de agosto del mencionado año.

La mayoría de los vecinos de Aldea de San Miguel han vivido tradicionalmente del cereal, de la remolacha y de otros cultivos, aunque en la actualidad, la agricultura ha pasado a un segundo plano por la transformación de productos hortícolas y los servicios. Su lento, pero creciente desarrollo urbanístico, acompañado de un sosiego y una tranquilidad poco habitual en estos tiempos, incrementan el atractivo de este municipio, y que gente venida de fuera se asiente él de forma habitual dada su proximidad y su buena comunicación con la ciudad de Valladolid.

Esta localidad cuenta en sus afueras un pequeño humedal, poco común en esta zona llana de Castilla. Sus aguas cristalinas albergan diversas aves, así como una fauna singular que solo se dan en este tipo de lugares. En la actualidad tanto el humeral como la flora y la fauna allí existentes están protegidos, aunque se da la paradoja que en tiempos no muy lejanos era el destino de las aguas fecales de la Aldea.

En pleno casco urbano se puede apreciar la iglesia de San Miguel Arcángel, un edificio de estilo románico mudéjar con una sola nave interior. En el primer cuarto del siglo XVI se le añadió en el lado de la epístola la portada del acueducto carpanel encuadrado por alfiz, sostenido por dos ángeles tetantes. El templo conserva en su cabecera su ábside de arquerías ciegas dispuestas en tres niveles.

Las fiestas de Aldea de San Miguel tienen lugar todos los años cincuenta días después del Domingo de Pascua de Resurrección y se celebran en honor a su patrona, La Virgen de los Remedios. Los festejos duran nueve días que comienzan con el descenso de la Virgen desde de la ermita, situada en el páramo de San Cristóbal -el 'santiño', que dicen los vecinos de Mojados- y concluyen con su retorno al templo, acompañada por una solemne romería. Durante esos días tiene también lugar el novenario.

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