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Un cámara de televisión sigue a Iván Parra en el último Giro. / NORTE
El futuro de la Vuelta pasa por TV
CICLISMO

El futuro de la Vuelta pasa por TV

Aunque las audiencias han sido inferiores a lo previsto, Unipublic tiene un año más de contrato con Televisión Española por seis millones de euros

B. URRABURU

Martes, 25 de septiembre 2007, 02:01

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Ha sido terminar la Vuelta a España y ponerse todo el mundo a buscar soluciones de cara al futuro de la prueba, que ha tenido unas audiencias televisivas peores de las previstas, si bien es cierto que septiembre ha sido un mes cargado de actividades deportivas en televisión.

Se puede afirmar que a nivel deportivo la lista de posibles modificaciones siempre es amplia, pero ninguna novedosa. Desde reducir los días de competición hasta el cambio de fechas, pasando por incrementar la montaña o disminuir todavía más el kilometraje de las etapas.

Algunas de esas proposiciones, manejadas incluso por los organizadores, son un sinsentido. Cambiar las fechas de la prueba no permitiría a los mejores corredores españoles estar en la salida, igual que sucedía antes, cuando la carrera se celebraba entre abril y mayo.

Alberto Contador y Alejandro Valverde correrán donde les diga la firma que les paga, que en ninguno de los dos casos será una empresa española. Si Contador se va al Astana, volverá al Tour, como opción prioritaria. Valverde tiene contrato hasta el 2010 con la Caisse d'Epargne, que es francesa.

Lo de reducir los días de competición en las tres grandes, Tour, Vuelta y Giro, es algo que viene de lejos, pero que los organizadores no quieren ni oír puesto que se verían reducidos sus beneficios.

Margen de mejora

Donde si hay un margen de mejora importante, y eso lo sabe Víctor Cordero, director de la Vuelta, es en conseguir que lo mejor de cada etapa coincida con la entrada de las cámaras de televisión en directo.

Unipublic se está planteado que en los últimos 90 kilómetros de cada etapa haya el suficiente atractivo en el recorrido como para que el espectador se enganche a la carrera. Esa es una demanda incluso de las propias televisiones para tratar de concentrar los mejores momentos de cada jornada cuando llega el directo.

En el caso de la Vuelta a España, su futuro va a depender en gran medida, salvo que alguien diga lo contrario, de sus negociaciones televisivas. De momento, tienen un año más de contrato con Televisión Española que paga en torno a los 6 millones de euros por los derechos de la prueba. Un contrato muy bueno.

Con un ciclismo que se mueve sobre arenas movedizas, a nadie se le escapa que la negociación de un nuevo contrato será a la baja, puesto que esas cifras no están hoy en día acordes con el mercado televisivo.

Y será en ese punto donde Unipublic tenga que construir la Vuelta de 2009, seguramente ya sin el actual director de la prueba, Víctor Cordero, que quiere jubilarse la próxima temporada.

O bien aceptan una rebaja en esa cantidad de dinero o negocian con otras televisiones. La Vuelta a España no será la única afectada a la hora de las negociaciones televisivas.

El Tour de Francia se verá en la misma tesitura con las televisiones de Italia, Alemania o España, entre otras. Los años de los grandes contratos televisivos en el ciclismo han pasado por todo lo que está sucediendo últimamente en este mundillo.

La Vuelta a España sigue teniendo público en las carreteras y en las llegadas; dispone de recorridos que son atractivos y, según parece, no tiene problemas de poblaciones que quieran acoger la prueba.

Eso dicen los organizadores, pero, sin embargo, este año había que llegar desde Cariñena a Zaragoza porque pagaban esas dos poblaciones. No se podía ir por la carretera general puesto que se generaban problemas de seguridad en la llegada a la capital aragonesa. Decir ahora que esa crono fue un error por su parte suena sarcástico. Lo tenían muy fácil: renunciar al dinero de una de esas dos poblaciones y hacer menos kilómetros.

No les ve uno a los organizadores perdiendo dinero por esos asuntos, aunque ahora digan lo contrario. Le hacen falta también a la Vuelta una participación de garantías, dentro de lo poco que hay hoy en día para poder escoger entre los ciclistas a nivel mundial, y eso es algo que no se va a saber hasta última hora, puesto que es la tercera del calendario de las grandes.

¿Y si fuese la primera? ¿Si la prueba se celebrara entre abril y mayo? Estaríamos casi igual. Pocos equipos y corredores iban a sacrificar su temporada por correr la Vuelta. El problema no es la Vuelta a España, sino el ciclismo que nos están dejando. El futuro de la carrera pasará por los acuerdos que logren a nivel de televisión. Al tiempo.

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